En 2019, el locutor Gustavo Lutteral fue condenado a dos años y dos meses de prisión en suspenso luego de haber sido encontrado culpable de los delitos de “amenaza y desobediencia”. Esto ocurrió luego de la denuncia de María Florencia Di Yorio, con quien había mantenido una relación esporádica.
La situación quedó ahí, pero en las últimas horas hubo novedades. A través de sus redes sociales, el periodista Mauro Szeta contó que se confirmó que la Cámara confirmo la condena. Esto sucedió luego de que la defensa de Lutteral presentara un recurso de casación, con el fin de solicitar la impugnación de los cargos.
El Juez Mauro Divito, en uno de los párrafos del fallo, remarcó: “En virtud del acuerdo que antecede, la Sala 1 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, resuelve rechazar el recurso de casación”.
Según se conoció hace en aquel entonces, Lutteral y Di Gioro se conocieron en 2012 y durante un tiempo fueron amantes. En el 2016 comenzaron una relación formal. Enseguida ella vio que tenía actitudes posesivas con las mujeres y por eso le pide separarse. Pero allí empezó el calvario de la psicóloga.
Comenzaron la amenazas, a decirle que si no seguía con él iba a empezar a filtrar fotos íntimas de ella y que a hablar mal de ella en los medios. En un instante el locutor empezó a llamarla de manera frecuente, a intimidarla. Según consta en la causa, el 21 de febrero de 2016 la llamó 116 veces entre las 2 de la mañana y las 6 de la tarde.
Ella recurrió a la Oficina de Violencia Doméstica y solicitó una medida perimetral con una prohibición de contacto, pero eso no lo detuvo. Si bien no la frecuento, los llamados fueron en aumento. Lo volvió a denunciar y lo imputaron por el delito de “desobediencia”.
Acto seguido fueron a juicio y finalmente, luego de largos meses, en agosto de ese año recibió la condena mencionada por haber sido encontrado culpable de dos de las seis causas que pesaban sobre él.