EL SENADOR TIENE 51 AÑOS

Esteban Bullrich contó que padece Esclerosis lateral amiotrófica: "Es una noticia dura pero Dios no pone pruebas que no podamos superar"

A través de un comunicado oficial compartió el diagnóstico de la enfermedad que, entre otras cosas, le genera problemas para hablar. Y aunque aseguró que se trata de algo 'triste y doloroso', piensa luchar para salir adelante.

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A fines del 2020 se viralizó un video en el que se veía a Esteban Bullrich hablando con mucha dificultar durante una de las sesiones del Senado en el debate por el aborto legal, seguro y gratuito. En ese momento, se especuló sobre complicaciones en su salud, producto de un fuerte estrés pero la realidad, era mucho más dura que eso.

En una carta que el propio Bullrich dio a conocer en sus redes sociales, reveló que fue diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad enfermedad del sistema nervioso que debilita los músculos y afecta las funciones físicas de quienes lo padecen. Por el momento, se desconocen las causas que originan esta patología y si bien hay distintos medicamentos y terapias que pueden ayudar a reducir los síntomas, no existe una cura definitiva.

“Es difícil transmitir noticias dolorosas, pero compartirlas es aliviador. Después de varios meses consultando médicos y haciéndome todos los estudios necesarios, finalmente dimos con un diagnóstico definitivo sobre mi condición. La ELA es compleja pero cuidándome y respetando los tratamientos, se pueden atenuar los síntomas", expresó el Senador que al mismo tiempo, agregó: " Dios nunca nos pone pruebas que no podamos superar. Confío en él".

 

Entre los síntomas principales de esta enfermedad, la debilidad y atrofia muscular es la más evidente. No obstante, ello no le impedirá a Bullrich continuar con su actividad política. "No me voy a mover de donde estoy", aclaró y sumó que como parte de su trabajo oficial, sumará el enfoque para mejorar las condiciones de vida y la calidad de los diagnósticos de aquellas personas que padecen su misma enfermedad. "Es más frecuente de lo que se cree, pero sigue siendo difícil de diagnosticar. Hay mucho para hacer y me comprometo a hacer mi aporte”.

Y cerró: “Esta enfermedad no me define. Vivo una vida feliz y maravillosa y este desafío me pone frente a la necesidad de hacer más cosas y de hacerlas mejor. Tengo el apoyo inestimable de mi familia, mis amigos y mi equipo. Por ellos y para ellos, y apoyado en Dios, voy a afrontar este nuevo estado de cosas con la certeza de que todo pasa para algo. Voy a averiguarlo y a hacerlo valer la pena”.