POR LA COPA SUDAMERICANA

Independiente deberá jugar con ocho futbolistas menos, sin entrenador y habiendo dormido en el piso

El Rojo se enfrentará al Bahía en Brasil luego de haber sido retenido durante varias horas en el aeropuerto porque varios de sus jugadores habían tenido COVID.

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El plantel de Independiente vivió una situación de alto estrés este lunes por la noche, en la previa al partido contra Bahía por la Copa Sudamericana. El equipo llegó al aeropuerto de Salvador en Brasil ayer por la tarde, pero no pudo ir más allá de migraciones porque varios de los integrantes de la delegación presentaron "detectable" en las pruebas de coronavirus.

Lo que ocurre es que estos integrantes en cuestión ya tuvieron el virus, y según los expertos no contagian, pero siguen teniendo "trazas" del virus en el cuerpo, que es lo que detectaron en Brasil. Si bien no podrían contagiar a otros, y la Conmebol había aprobado los estudios correspondientes que había hecho Independiente, las autoridades sanitarias del país vecino no los autorizaron a entrar al país.

El plantel estuvo seis horas varado en el aeropuerto, esperando que la situación se solucionase. Los futbolistas que habían dado "detectable" fueron Juan Insaurralde, Pablo Hernández, Renzo Bacchia, Gonzalo Asís, Nicolas Messiniti, Lucas González, Thomas Ortega y Adrián Arregui. A ellos se le sumaron tres integrantes del cuerpo técnico y de la dirigencia, por lo que suman 11 personas involucradas.

Todo el equipo estuvo seis horas esperando, sin beber ni comer. Los que habían dado negativo pudieron ir al hotel, mientras que los once que dieron resultado "detectable" tuvieron que quedarse ahí. Pasaron la noche en el aeropuerto, durmiendo en el piso y recibiendo comida que le enviaron sus compañeros que habían podido salir, que también les enviaron algunas frazadas.

Al parecer, cuando cambio la guardia de la policía aeroportuaria la situación se agravó. Los efectivos entrantes no le permitieron seguir durmiendo en el piso, ésto generó una fuerte discusión e Insaurralde y Arregui terminaron demorados un rato por negarse a cumplir las órdenes.

Aunque en primera instancia se barajó la posibilidad de que el partido se reprograme para el jueves, finalmente se confirmó que Independiente deberá jugar en la fecha prevista, este martes a las 19.15. Se presentarán con ocho jugadores menos y con el entrenador de arqueros César Velázquez como director técnico, ya que Julio César Falcioni está en Buenos Aires atendiendo un problema de salud de su esposa, Piccoli tiene coronavirus y Monzón es uno de los que tuvo que regresar.

Entre algunos de los deportados había jugadores que iban a ser titulares en el partido, como Insaurralde, González, Arregui y Ortega, por lo que el cuerpo técnico tuvo que cambiar los planes y replantear la formación. Además, solamente dispondrán de siete relevos en el banco, ningún defensor.

Lo cierto es que desde la Conmebol ofrecieron cambiar la fecha al jueves, pero la dirigencia prefirió mantener el horario original para que el encuentro no quedase muy cerca del partido con Huracán el fin de semana. Al parecer, esta decisión enfureció a los jugadores, que no pudieron descansar bien antes del enfrentamiento y que ni siquiera fueron consultados sobre el tema.

Esta situación generó mucha bronca entre los fanáticos del Rojo, que se quejaron en las redes sociales del maltrato al plantel y de cómo esta situación los perjudicaba en el partido a jugarse.