Carlos Díaz, uno de los imputados por la muerte de Diego Maradona el pasado 25 de noviembre, visitó este viernes Intrusos para hablar de su experiencia trabajando con el astro del fútbol como psicólogo, y sobre los últimos días del Diez.
"Me llamó Matías Morla, no lo conocía, y me preguntó si lo podía ver a Diego. Noté en el primer encuentro que Diego necesitaba ayuda, él estaba presto a colaborar y hacer un cambio en su vida. El tratamiento fue corto e intenso, yo no me arrepiento de nada de lo que hice", aseguró.
"Hubo un consenso generalizado que Diego necesitaba una desintoxicación, necesitaba un cambio de estilo de vida, él era el que decidía, yo nunca lo vi consumir marihuana", explicó el psicólogo, que está imputado junto al neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, los enfermeros Ricardo Almirón y Dahiana Madrid y los coordinadores Mariano Perroni y Nancy Madrid.
Además, Díaz agregó: "Pude percibir que él era el que decidía, y lógicamente es muy complejo establecer límites con una persona que está abusando de sustancias".
"Desde mi perspectiva él no estaba deprimido, una persona puede transitar mejores o peores momentos anímicos. Él no se quería morir", consideró.
El psicólogo también dio detalles de cómo fue el mediodía en Tigre donde se dieron cuenta de que Maradona había muerto: "Lo llamamos y no responde. Lo vemos en apariencia dormido con el torso desnudo. Cuando llegó la primera ambulancia se hicieron maniobras de RCP avanzado pero no tenía pulso. Lo reanimaron el doble de tiempo que cualquier persona. Yo la llamé a Gianinna para contarle lo que estaba pasando".
Sobre todo lo que sucedió en estos últimos meses, afirmó: "Se escucharon muchas cosas, desde que hubo un plan para matar a Maradona...nunca hubo ningún plan, me da mucha tristeza que se haya manoseado tanto su muerte. Darle este manejo a su enfermedad mental me parece muy triste".