TENÍA 80 AÑOS

La música de luto: murió Charlie Watts, el mítico baterista de los Rolling Stones

La triste noticia fue confirmada por su publicista quien, semanas antes, había comunicado que el músico no formaría parte de la nueva gira de la banda.

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El martes por la mañana se dio a conocer la noticia de la muerte de Charlie Watts, baterista de Los Rolling Stone. Si bien era sabido que la salud del músico no estaba atravesando un buen momento (de hecho, se había bajado de la gira 'No filter' hace apenas unas semanas) nadie pudo siquiera imaginar este desenlace.

"Con inmensa tristeza, anunciamos la muerte de nuestro querido Charlie Watts. Ha fallecido en paz en un hospital de Londres hoy mismo rodeado de su familia", escribió su publicista Bernard Doherty para anunciar la partida del músico, a los 80 años de edad.

"Watts era un amado marido, padre y abuelo y también, como miembro de The Rolling Stones, uno de los mejores bateristas de su generación. Pedimos que se respete la intimidad de su familia, de los miembros de la banda y de sus amigos más cercanos en este difícil momento”.

En 2004 fue diagnosticado con cáncer de garganta del que logró recuperarse con un intenso tratamiento. Un año después, sufrió un grave accidente automovilístico que por poco le cuesta la vida.  

Charlie era miembro de la banda desde 1963. Era un músico muy conocido en el ambiente del R&B ya que había tocado en varias bandas de renombre, hasta que Mick Jagger y Keith Richards lo convencieron de tocar con ellos porque sabían que era bueno, aunque en el fondo, sentían que la imagen frágil y formal no encajaba del todo con el concepto del grupo. Sin embargo, fue cuestión de días de trabajo en conjunto para que vieran todo el rock que corría por sus venas.

En 2006, con más de 40 años con los Stones, fue elegido como uno de los bateristas más influyentes de la historia del rock y su nombre se incluyó en el Salón de la Fama de la revista Modern Drummer, junto a Ringo Starr, Keith Moon, Steve Gadd y Buddy Rich.

Vida personal

Charlie Watts estaba casado con Shirley Ann Sheperd desde hacía 57 años. Con ella tuvo a Serafina, su única hija y madre de la única nieta de Watts. Esta historia de amor siempre marcó la diferencia del baterista con sus compañeros de banda, a los que se le conocieron muchas parejas, relaciones tormentosas y otras no tanto.

En alguna oportunidad, confesó haber tenido algunos problemas con las drogas y el alcohol, lo cual afectó su vida familiar pero afortunadamente, logró salir adelante.