A UN PASO DE LA CÁRCEL

Quedó firme la sentencia contra el hijo de Eduardo Aliverti y está a un paso de ir a prisión: qué dice la resolución

La Corte Suprema rechazó el recurso de la defensa de Pablo Aliverti por el fallo de Casación de darle 3 años medio de cárcel. Fue revisado, pero la pena no se modificó.

Por
Escrito en ACTUALIDAD el

Pablo García Aliverti, hijo del periodista Eduardo Aliverti, fue condenado en 2017, por el Tribunal Oral en lo Criminal N°6 de San Isidro, a 4 años de presión por matar a una persona. La medida fue revisada y Casación la redujo, en 2018, a 3 años y 6 meses. Durante este tiempo, la defensa del acusado presentó un recurso extraordinario para que quede sin efecto.

Finalmente, durante la tarde de este jueves 7, según el documento al que accedió Mauro Szeta, se conoció que no hubo modificaciones y quedó firme la resolución por "homicidio culposo". Según se supo, fue porque les resultó inadmisible la solicitud de la defensa.

De esta manera, la pena que afronta es de 3 años y medio y la suspensión de manera definitiva de su licencia de conducir. Todavía no está claro que será de su futuro, pero todo indica que está a un paso de ir a la cárcel. Será el Tribual el que decida eso.

El caso

El 16 febrero de 2013, García Aliverti atropelló a un ciclista en plena Panamericana, mano a Capital Federal. Ese día, Reinaldo Rodas, de 58 años, iba en su bicicleta a trabajar cuando fue embestido por García Aliverti. El cuerpo quedó incrustado en el parabrisas del vehículo y así continúo viaje, hasta que fue detenido cuando llegó al peaje y le sacaron el cadáver del habitáculo.

El hijo de Eduardo Aliverti fue sometido a un test de alcoholemia que arrojó que tenía 1,46 gramos de alcohol en sangre, pero pese a que era casi el triple de lo permitido, quedó libre. A esto hay que agregarle que el peritaje dio como resultado que iba a más de 100 kilómetros por hora.

A partir de ese momento llegaron las instancias judiciales. La defensa del acusado intentó desechar las pruebas, como por ejemplo, diciendo que el ticket en que saltó el grado de alcohol en sangre no tenía el nombre impreso y que podía ser de cualquiera. Incluso, él no declaró, pero presentó un escrito y negó haber ido a la velocidad que dijeron los investigadores.