DISTINTA

Cristina Kirchner habló por primera vez del intento de magnicidio: cómo vivió el momento y la frase sobre su presente

La expresidente de la Nación tuvo una reunión con curas villeros y decidió charlar con los medios sobre lo acontecido el 1 de septiembre en la puerta de su casa: "Estoy viva por Dios y por la Virgen".

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Cristina Kirchner habló del intento de magnicidio ocurrió el 1 de septiembre en la puerta de su casa, en el barrio de Recoleta. Aquella noche, cuando Fernando Sabag Montiel llegó hasta donde estaba ella, se puso cara a cara y apretó el gatillo. Las especulaciones se multiplicaron, hasta los artistas tocaron el tema, pero hasta hoy, que decidió romper el silencio, la vicepresidenta no había emitido opinión.

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Kirchner tuvo una reunión con curas villeros, curas en opción por los pobres y hermanas, religiosas y laicas y fue allí donde decidió hablar del tema que la tuvo como protagonista. “Estoy viva por Dios y por la Virgen”, fue la primera frase que salió de su boca.

Luego de eso, continuando con el tema, se refirió a lo que se podría haber generado si el agresor cometía el hecho. En este punto, fue al inicio de algo tan importante para los argentinos como la construcción de la democracia. “Lo más grave no es lo que me pudo haber pasado a mí, lo más grave fue haber roto un acuerdo social que había desde 1983”, indicó.

Queda claro que desde el episodio hay cuestiones que cambiaron, sobre todo en lo que tiene que ver con la seguridad. Hay mucho más efectivos que la custodian y las salidas a lugares públicos parecen estar prohibidas sin previa organización y aprobación. Sin ir más lejos, dijo que desistió de ir a la misa en Luján. “No quería entorpecer con mi presencia lo que era un momento muy especial”.

Luego, dio su mirada sobre lo ocurrido el día del intento de atentado: “Fueron los militantes los que aprehendieron a quien me había intentado matar, no fue la Policía. No solo lo detuvieron, impidieron que -fracasado el primer disparo- intentó montar otra vez el arma y se lo impidieron. Pero no hicieron justicia por propia mano, ni lo lincharon, nada. Hicieron lo que corresponde hacer a ciudadanos democráticos y cristianos. Lo entregaron a la Policía, a la ley”.

Enseguida, con una sonrisa y algo sarcástica, indicó: “Me volví un poco mística, un poco de razones me asisten”, dijo y parafraseó al papa Francisco: “Recen por mi porque lo necesito”.