Lionel Messi no habló con ningún medio desde que levantó la Copa del Mundo 2022 en Qatar, hasta ahora. Andy Kusnetzoff, quién lo entrevistó en distintas oportunidades, viajó hasta Paris para hacerle una nota al mejor jugador del mundo.
En la primera entrevista que le hicieron a Lionel Messi tras la consagración en el Mundial Qatar 2022, habló de cómo vivió el Mundial con su familia, su streaming con Agüero, su relación con Dios y los festejos en el micro con Argentina, dónde no se pusieron protector solar, entre otras respuestas del diez argentino en "Perros de la calle".
-¿Levantaste la copa original o una réplica? ¿Cuánto pesa?
-Se dio lo que tanto soñamos, lo que tanto deseaba en toda mi carrera y se dio casi al final de mi carrera. Levanté la copa buena pero después en los festejos hubo un quilombo, pero es pesadita.
-Lo soñaste mucho, ¿es lo que imaginabas?
-No, lo comentaba con los chicos y lo dije antes de que pase, todo lo que imaginaba iba a ser chico al lado de lo que realmente iba a pasar y así fue. Fue mucho con lo que imaginé. Las sensaciones mías, de mis compañeros, de mi familia, de Argentina, en mi cabeza era algo muy grande pero al final fue mucho más
-Mucha gente decía ‘quiero que lo gane él’. Eso es muy loco y lo sentiste...
-Si, obviamente primero cada uno quería que su país salga campeón. Pero cuando quedaban afuera, iban con Argentina porque deseaban que Argentina salga campeón y sobre todo que yo sea campeón del mundo. Lo escuché mucho tiempo, antes del Mundial y en especial durante. Fue algo increíble, inexplicable. No recuerdo que se haya dado algo así. Toda la energía esa hizo que esto también se dé.
-La noche anterior, ¿hablaste con Anto?
-La verdad que seguimos un poco lo que veníamos haciendo durante todo el Mundial. Hablamos antes de irnos a dormir pero sin tocar mucho el partido ni nada especial. Hicimos la rutina que veníamos haciendo cada día antes de los partidos. Estaba muy tranquilo y dormí muy bien. Durante todo el Mundial estaba muy relajado, sentía que estábamos bien, yo estaba bien y que estábamos haciendo todo para que se dé. Pude dormir bien si tanta ansiedad de que llegue el partido, lo supe manejar muy bien.
-Cuando mirás al palco donde está Anto y decís ‘ya está’, ¿qué quiere decir?
-Que ya está. Que ya se había terminado. Tanto a ella como a mi familia. Que se terminó todo el sufrimiento porque hubo épocas que sufrí muchísimo con la Selección, muchas decepciones con finales perdidas. Siempre estar cerquita y que nunca se dé. Recibí muchas críticas y de todos los colores. Sabía que mi familia sufría igual o más que yo. Me mostraban que estaban fuertes pero sabía que por dentro estaban sufriendo. No tanto porque no se daba, sino por las cosas injustas que se dijeron de mi persona y sobrepasaban lo futbolístico. Eso realmente me molestaba y me dolía. Eso fue cerrar el círculo. Ganamos la Copa América y el Mundial, no queda nada.
-¿Qué te pasó en ese abrazo con la cocinera?
-Tengo una relación muy linda con ella, con el cocinero y con la gente que nos acompaña en este tipo de competiciones. Yo hace 18 años que estoy ahí y ellos antes que yo están. Compartimos muchísimas cosas y lo sufren y viven al igual que nosotros. Estaba tan emocionada como nosotros.
-El streaming con Agüero.
-Con el Kun arreglamos que después del primer partido íbamos a hacer, pero después de lo que pasó con Arabia le dije para más adelante. Quería hacer algo solo pero le dije que iba a sumar a alguno de los pibes porque si no se iban a aburrir todos. Se fue dando que apareció el Papu Gómez conmigo, después llegaron los demás y bueno, salió natural. Esta bueno acercarse así a la gente porque se vio distendido y es lindo. Demuestra el grupo que se armó y lo lindo que es estar en la Selección.
-Momento en el que Gonzalo Montiel patea el último penal, ¿qué sentiste?
-Es difícil de explicar lo que sentí en ese momento. Es un poco lo que te dije antes con mi familia. Se te cruzan muchísimas cosas por la cabeza y al mismo tiempo nada. Estás ido, disfrutando de ese momento, de no poder creer que lo conseguimos. Un poco es decir el ‘ya está’. Conseguí todo con la Selección, en el Barcelona. Conseguí todo en mi carrera. Fue cerrar mi carrera de manera única.
-¿Qué dijiste en el penal de Montiel?
-No me acuerdo que dije. Creo que le hablaba a Montiel que iba a patear. ‘Que lo meta, que no nos haga sufrir más, que lo termine acá’, creo que algo de eso dije. Y también pedirle a Dios como fue durante toda mi vida en todo y más en ese momento. Pero creo que iba por ahí, de decirle a Montiel que lo termine acá.
-¿Volviste a ver la final?
-No. Vi resúmenes, jugadas, muchos festejos de la gente cuando somos campeones del mundo, pero la final en sí, los 90 minutos, no la volví a ver.
-Antes de levantar la copa, cuando recibiste el premio al mejor jugador, no aguantaste y la besaste.
La vi ahí y no podía no hacer lo que hice porque la copa me llamaba. La copa me decía ‘ya está, vení, agarrame’. Se dice que no la podés tocar, mirar, ni nada. Ya podía hacer todo eso. Aparte la vi ahí que brillaba, sobresaltaba en ese estadio hermoso. No lo pensé y la fui a besar porque pasé por al lado. Lo necesitaba.
-El gol a Holanda y el festejo del Topo Gigio.
-Salió en el momento, no la pensé. Igual sabía todo lo que comentó antes del partido y mis compañeros a propósito me dijeron ‘¿viste lo que dijo Van Gaal?’. Cuando terminó todo eso, no me gustó haber hecho eso, tampoco el ‘anda para allá’. Pero son momentos de mucho nerviosismo y muchos reaccionan de distintas maneras. No estaba nada pensado. No me gusta dar esa imagen pero son cosas que pasan también.
-Los festejos.
-Fue hermoso volver de esa manera en el avión. Fue muy largo. Parecía que salíamos apenas terminaba el partido y terminamos saliendo a las cinco de la mañana. Estuvimos en el hotel como siete horas hablando de todo y festejando. Después fuimos al aeropuerto que fueron seis horas hasta roma y después trece más. Decíamos ‘imaginate este viaje si hubiéramos perdido’, pero fue todo lo contrario y muy lindo. Cuando llegamos a Ezeiza, pensábamos en ir al predio y dormir. Pero llegamos, bajamos del avión y estaba lleno de gente. Nos costó llegar al predio que estaba al lado. Con el cambio de horario dormí una o dos horas, me levanté, prendí la tele y ya estaba lleno el obelisco. Se comentaba que íbamos a hacer y ni siquiera nosotros sabíamos. Sabía que sería una locura y probablemente no íbamos a llegar a completar el recorrido.
-¿Cómo fue el camino en el micro?
-Fue una locura porque ves la felicidad de la gente. Gente grande, chica y de todas las edades. La felicidad que tenían era inexplicable, se le veía en la cara. Las caras eran siempre iguales por la alegría. Era una locura todo. Gente colgada de los puentes. La gente que estaba en el obelisco entendió que era imposible llegar. Nadie imaginaba que haya tanta gente en la calle. Eran conscientes que queríamos llegar pero que no se podía.
¿Qué estaban tomando?
Algunos empezaron con fernet, otros vinos con gaseosa.
-¿Por qué no se pusieron protector solar?
-En realidad no te dabas cuenta porque no hacía calor, no pegaba el sol, o al menos con el aire del colectivo no lo sentimos nosotros. Pero si, estaba rojísimo. Llegué a casa mal dormido, todo insolado, dolor de cabeza. Estuve dos días medio afiebrado, todo quemado. Los dos primeros días estuve medio mal pero la saqué barata porque fue la cara y las piernas. Otros como el Papu se sacaron la camiseta.
-¿Viste los videos de las redes?
Vi muchas cosas de las que hay en redes. Veo los videos y hasta el d??a de hoy me emociono. Videos festejando en el momento que somos campeones, grupos familiares viendo el partido, los festejos del último penal. Miraba todo lo que pasaba. Si no lo veía yo, alguno me lo mandaba. Hasta hoy sigo viendo y me emociono.
-¿El Whatsapp cómo estaba?
Estaba explotado. Le respondí a mi familia, a mis amigos, mis más cercanos. Después conteste los otros, más adelante. Y en Instagram también, me lo bloquearon por la cantidad de mensajes.
-Tenés el récord de la foto más likeada...
Ni busqué ser la foto más likeada, ni lo pensé, pero ahí está también ese récord. Eso muestra un poco lo que la gente quería: verme a mí con esa copa. La verdad que no puedo estar mucho en Instagram porque muchas reacciones.
-Cristiano, Federer y las figuras más grandes poniendo que sos el mejor de la historia, ¿les contesas o que hacés?
Estoy muy agradecido porque los nombres que llegaban a poner cosas sobre mí son estrellas mundiales y número uno en lo que hacen. Que en ese momento pongan algo mío y tan significativo, para mí es un orgullo muy grande. Es muy lindo que otros deportistas te reconozcan de esa manera. No soy mucho de responder o comentar fotos, como mucho un like. Mucho no vi, me fui enterando porque era tanto en poco tiempo y fue extraordinario. Alguno que otro si contesté.
-Vos tenés más de 400 millones de seguidores, a Anto, cómo cuando subiste la historia de ella el 24 de diciembre, ¿le avisas que vas a subir una historia de ella bailando o no?
-No, son momentos que estábamos solos esperando que llegue la familia. Lo vi, me gustó y lo mandé. No soy de pensar en las repercusiones, solo en hacer lo que siento que es la manera en la que vivo también.
-¿Te hubiera gustado que te entregue la copa Diego Maradona?
Me hubiese gustado, sino me entregaba la Copa, que por lo menos vea todo esto, a Argentina campeón del mundo. Se lo que amaba a la Selección y lo que quería que pase esto.
-¿Sentiste el aliento de Diego con la Tota y Don Diego?
Yo creo que sí. Desde arriba, tanto él como mucha gente que me quiere y quiere el bien para mí, hacía fuerzas, no solo para el Mundial, sino que para todo en general. La canción fue un ‘boom’ para todo el mundo y creo que desde arriba estaba empujando.
-La canción del Mundial: "Muchachos".
-Es muy linda. Antes del Mundial dije que me gustaba mucho la canción pero todavía no era tan viral como lo fue durante el campeonato. No solo la cantaba Argentina, sino que todo el mundo estaba con ese canto, aunque no sabían español. Todos seguían el ritmo.
-Este Lionel de 35 años, que duerme tranquilo, que ya es campeón del mundo, ¿qué le dice a ese niño de 16 años?
-Que le espera algo extraordinario, que no se lo podría imaginar. Que va a tener un camino en su profesión muy hermoso, con momentos duros, que va a tener que superar. Pero que nunca renuncie a sus sueños porque va a tener su recompensa más soñada. Como una hermosa película que termina con un final feliz.
-La promesa del 5 de copas y cómo vivió el Mundial con sus hijos.
Todavía debo la carta. Ya me la voy a hacer. Disfruté mucho el pre Mundial, el Mundial y el post Mundial. Obviamente por todo lo que se dio, por todo lo que viví y fue un mes de mi vida impresionante. Veía como disfrutaba mi mujer y mis hijos…
-¿Qué te dijeron?
-Thiago estaba enloquecido. Verlo a él como lo sentía, como lo vivía. Mateo estaba haciendo cuentas cuando perdimos con Arabia, me preguntaba que pasaba ahora, como clasificamos. Ciro es el que menos entiende, pero los otros dos lo vivieron como hinchas argentinos. Lo vivieron al máximo durante todo el mes. Cuando volvimos a Paris, extrañábamos los días de Qatar. Extrañaba a mis compañeros, el día a día, la estadía en Qatar. Sacando los tres primeros días después del primer partido, la pasábamos muy bien.
¿Hablás con Dios?
-Siempre le hablo, le agradezco, le pido, en especial por el bienestar de mi familia, de mis seres queridos. En una entrevista con Martín Arévalo, antes del 2014, le dije que Dios me iba a regalar un Mundial. Yo lo sabía nada más, lo presentía. Que lo tenía guardado para mí y pasó en este momento que lo hizo más lindo. Como la Copa América por como se dio todo. Se lo agradezco todos los días de mi vida. No solo por lo que me dio a nivel profesional e individual, sino por todo lo que me dio siempre. No me puedo quejar de nada ni pedirle nada porque gracias a él tengo todo. Soy un agradecido.