Es muy recurrente que la sal se humedezca dentro del salero y a pesar de que se puede seguir utilizando, lo mejor es buscar soluciones para que se mantenga siempre seco.
Lo cierto es que la sal se humedece porque es un producto higroscópico, es decir, absorbe la humedad del ambiente. Pero lo hace de las moléculas de agua que flotan en el aire, las cuales se pegan a su superficie.
Para evitar que la sal se humedezca y se arruine el sabor de las comidas o, incluso, que no pueda salir del salero hay una serie de trucos caseros:
1. Envases de cristal y cerrados
Los envases de cristal son los más adecuados a la hora de almacenar la sal. No se deben utilizar de plástico, ya que tienden a absorber la humedad con facilidad. Los mismos deben de mantenerse cerrados y si son herméticos, mucho mejor.
2. Mantenerla en un sitio fresco y seco
Para mantener la sal sin humedad es fundamental colocarla en un sitio fresco y seco. Lo normal es que siempre se tenga en la cocina y lo más alejado posible de la ventana o cualquier zona húmeda como la nevera. Guardarla en la alacena es una de las mejores opciones.
3. Añadir unos granos de arroz
Es posible haber visto alguna vez unos granos de arroz enteros en los saleros de los restaurantes o en alguna otra casa. Su cometido no es otro que evitar que la sal se humedezca y, además, que salga con facilidad a través de los agujeros del salero.
4. Otros ingredientes que funcionan
También se pueden añadir otros ingredientes como los granos de café o unas hojas de perejil. Eso sí, es posible que el café se aromatice un poco. Puede escogerse este método para platos a los que se les quiera otorgar un aroma y un sabor especial.
5. Secar bien el salero
Muchas veces se incorpora la sal a saleros que han sido lavados y que no se han secado del todo o tienen humedad por el clima. Por ello, es importante secar bien los saleros con un paño o papel de cocina por dentro.