Una limpieza incorrecta o el simple paso de los años provoca que tanto los vasos como las copas vayan perdiendo su brillo. Sin embargo, hay un truco que no falla a la hora de limpiar objetos de vidrio y que es muy fácil de poner en práctica.
El uso del lavaplatos que acumula los restos de jabón o el mismo detergente para lavar los platos provoca que los vasos se vayan opacando o manchando con el paso del tiempo. Pero para dejarlos relucientes y como nuevos hay un método que nunca falla.
Lo importante es siempre lavar los vasos y las copas a mano. Para eso se debe usar siempre agua caliente y solo un poco de detergente con el fin de eliminar la grasa de todos los días. Tras enjuagarlos, deben apoyarse boca abajo sobre un repasador limpio.
En caso de necesitar secarlos de manera rápida, lo mejor es utilizar un material que no deje pelusas, como un trapo de microfibra. Pero, ¿qué ocurre con esas manchas rebeldes que no salen con un simple lavado? ¡Hay otro truco para ese problema"
Ciertas infusiones como el café o el vino pueden dejar manchas muy difíciles de sacar de los vasos y las copas. En estos casos se puede usar el mismo limpiavidrios que se utiliza para las ventanas y espejos aunque también hay otros trucos más caseros...
El bicarbonato de sodio, por ejemplo, es una herramienta indispensable para esta tarea. También se puede utilizar agua destilada y vinagre blanco, los cuales se deben mezclar en partes iguales para limpiar los vidrios que se ponen oscuros u opacos.
Luego, habrá que dejar los vasos en remojo durante al menos 12 horas para luego dejarlos secar. El vinagre, como en muchos otros casos, también puede ser útil a la hora de realizar una correcta limpieza sin necesidad de utilizar productos químicos.