El 13 de octubre de 1972, el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que debía aterrizar en Santiago de Chile se estrelló en la cordillera de los Andes. Los integrantes de un equipo de rugby y sus familiares que sobrevivieron tuvieron que enfrentarse a condiciones extremas, atrapados en un entorno montañoso inhóspito y temperaturas gélidas.
A más de 50 años de la tragedia de los Andes, Netflix estrenó La Sociedad de la Nieve, la película que relata lo ocurrido a través de los testimonios de los sobrevivientes como Roberto Canessa o Fernando 'Nando' Parrado, que incluso hacen apariciones en el film.
“El domingo pasado pasaron por arriba nuestro dos aviones, dos veces cada uno, por lo que estamos muy tranquilos y, lo que es más, convencidos de que nos van a venir a buscar. Lo único que nos hace dudar un poco es que, como el avión se desvió de la ruta, quién sabe todavía si nos vieron", escribió Gustavo 'Coco' Nicolich en su diario, días después del accidente.
Y es que, si bien dudaron a raíz de las condiciones climáticas, el piloto Julio César Ferradas, y su copiloto Dante Héctor Lagurara confiaron en que iban a llegar a destino y se subieron al Fairchild FH-227D ese viernes 13 de octubre de 1972.
Las áreas montañosas, como la de la Cordillera de los Andes, provoca turbulencias a lo largo de los vuelos. Y es que la interacción de las masas de aire de diferentes características genera inestabilidad y puede dar lugar a frentes tormentosos y turbulencias.
La ruta prevista por el vuelo 571 establecía cruzar la Cordillera de Los Andes a 6 mil metros de altura, sobrevolar Curicó y tomar dirección norte hacia Santiago. Sin embargo, este plan se truncó producto de un error de cálculo por la falta de visibilidad.
Los pilotos estimaban llegar al Planchón, que es el sitio en el que se pasa el control de tránsito aéreo de Mendoza, a las 15:21. Sin embargo, el piloto se precipitó y pidió permiso para girar en dirección norte cuando aún estaban dentro de la cordillera. El permiso fue concedido y descendieron a 3.500 metros de altura, asumiendo que Los Andes ya habían quedado detrás.
El problema fue que seguían en el medio de la cordillera y la rebaja en la velocidad hizo que las maniobras de emergencia fueran en vano. El ala derecha del Fairchild terminó impactando contra una montaña y el ala derecha se quebró con el impacto.
“Fue un error grosero de pilotaje, un error imperdonable de la tripulación”, afirmó Jorge Polanco en diálogo con Infobae. "Es un error de navegación, de cálculo, que terminó en una tragedia. No se calculó el viento, no se tuvo en cuenta que el avión no puede volar arriba de los 26 mil pies, que sería lo mínimo para cruzar la Cordillera", señaló.