Uno de los partidos más atractivos en la previa del viernes fue el de Racing contra San Lorenzo y, sin dudas, no decepcionó. El conjunto de Avellaneda ganó 4 a 1 por la cuarta fecha de la Zona B de la Copa de la Liga, pero hay otra historia que contar sobre el protagonista de este partido.
Adrián Maravilla Martínez fue el héroe de esta tremenda goleada al convertir tres goles y una asistencia en su tercer encuentro con la camiseta del equipo local. El futbolista llegó este año al club y en poco tiempo ganó la titularidad en la delantera, pero su historia de vida es lo más llamativo.
El hombre nacido en Campana no hizo inferiores en ningún club, estuvo preso y recién formó parte de un equipo de fútbol a sus 23 años, algo que parecería casi imposible para un delantero ya que, en general suelen atravesar todas las instancias de divisiones inferiores, y unos pocos, llegan a debitar entre los 17 y los 20 años. Salvo casos excepcionales como el de Maravilla.
Martínez tuvo una fugaz experiencia en las categorías menores a sus 17 años en Villa Dálmine. Luego, solo había jugado en un club local amateur llamado Las Acacias. En ese momento, trabajaba como recolector de basura y albañil, pero un accidente en moto lo hizo perder su trabajo.
Después llegaría un momento crítico de su vida, ya que junto a su familia fue acusado de ingresar a la casa de quienes le habían pegado tres tiros a su hermano. El joven en aquel entonces negó la acusación y aseguró que fueron sus vecinos los que respondieron porque su familia es querida en su barrio.
Durante la investigación judicial estuvo preso siete meses en la Unidad 21 de Campana, tiempo en el cual en una entrevista confesó: "Tuve que saber vivir, o sobrevivir". Finalmente recuperó la libertad porque no encontraron pruebas del delito que se le atribuía.
Recién a sus 23 años se metió full time con el fútbol, cuando aprovechó su oportunidad en Defensores Unidos de Zárate (CADU), luego siguió en el ascenso y fue transferido a Atlanta. Tiempo después, emigró a Paraguay y jugó en tres clubes: Sol de América, Libertad y Cerro Porteño.
Tras su paso por esos equipos paraguayos, estuvo un año en el Coritiba de Brasil y una vez que regresó a Argentina a principios de 2023, comenzó a hacerse conocido por su gran rendimiento en Instituto de Córdoba en Primera División: marcó 18 goles e hizo 9 asistencias en 41 partidos.
Este año se dio su paso a Racing con el que firmó un contrato de 3 años. Hasta ahora todo está marchando, nunca mejor dicho, de maravilla.
Tras el gran partido contra San Lorenzo, Adrián, la figura del encuentro, se sinceró: "No es fácil llegar a Primera y me ha pasado todo muy rápido. Siempre dije que no me gusta que me digan Maravilla porque por ahí llegás a un club y no podés meterla y que te digan Maravilla de pronto el apodo es muy grande".
"Pero lo que hizo Dios con mi vida es una maravilla porque no sé cuántas personas más habrán salido de las cárceles y a los 23 años tener la posibilidad de jugar al fútbol y disfrutar de esto", expresó con emoción tras el soñado partido que realizó.
A sus 31 años y con una durísima historia de vida, Adrián Martínez está demostrando que no le pesa jugar en un equipo grande de Argentina y consiguió llevarse la pelota tras convertir tres goles.