Emma Morano fue una mujer italiana que se destacó por ser la persona más longeva del mundo durante un período de tiempo. Nació el 29 de noviembre de 1899 en Civiasco, Vercelli, Italia, y falleció el 15 de abril de 2017 en Verbania, Italia.
La mujer alcanzó la fama mundial por su longevidad y por ser la última persona conocida que nació en el siglo XIX que aún estaba viva. Su longevidad se atribuyó a varios factores, incluido su estilo de vida, que incluía una dieta peculiar. Durante gran parte de su vida, Morano comió tres huevos al día, ya que consideraba que eran beneficiosos para su salud.
“Como tres huevos al día y para hacer la digestión bebo la grappa que preparo yo misma: la meto en un frasco con siete hojas de salvia, un racimo de ruda y unas uvas. Luego la bebo con una cuchara", había dicho en una entrevista sobre las claves de su salud.
Emma Morano se convirtió oficialmente en la persona más longeva del mundo reconocida por el Guinness World Records en mayo de 2016. Su título de persona más anciana del mundo también coincidió con su entrada en el club de los supercentenarios, personas que han vivido más de 110 años.
Consumir huevos aporta una variedad de beneficios para la salud. Los huevos son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para la construcción y reparación de tejidos en el cuerpo. Además, contienen aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales, como la vitamina B12, el ácido fólico, la vitamina A y el hierro.
La yema del huevo es rica en colina, un nutriente fundamental para la salud cerebral y la función cognitiva. Asimismo, los huevos son una fuente de luteína y zeaxantina, antioxidantes que benefician la salud ocular al reducir el riesgo de degeneración macular.