La serie de Netflix que relata la historia de Griselda Blanco salió a la luz jactándose de ser una historia basada en hechos reales. Sin embargo, al compararla con la historia hay algunas cuestiones que no coinciden, por lo que se dio a conocer qué es verdad y qué no de la serie.
Ante las dudas que generaron estas cuestiones por no relatar con la veracidad total lo que ocurre en la historia, los productores de la serie se atajaron y advirtieron que en realidad la serie es una "dramatización ficticia basada en hechos reales".
Ante esta situación, se dieron a conocer cuáles son las cuestiones que fueron cambiadas de la historia real para poder contar la historia como se deseaba desde Netflix. Si bien ninguna variante cambia la esencia de la historia, permite conocer en detalle la vida de Griselda Blanco y cómo era en realidad.
El primer cambio que aparece en la serie es la cantidad de maridos que tuvo la protagonista. Es que en la serie aparece como que fueron dos los amores de ella, aunque en realidad tres hombres conquistaron su corazón. José Darío Trujillo, con quien se casó a los 14 años, fue su impulsor en el mundo de la droga, y tuvo 3 hijos; Alberto Bravo, de aparición fugaz en la serie, y quien la ayudó a consolidar el negocio de cómo enviar la droga; y Darío Sepúlveda, el padre de su cuarto hijo, y quien fue asesinado por cuestiones personales.
La otra cuestión que cambia de la vida real a la serie tiene que ver con los amigos de Griselda Blanco. Es que pese a mencionar desde un principio que habría una amistad entre ella y Pablo Escobar, todo parece indicar que en realidad llegaron a ser enemigos.
"Yo entrevisté a Popeye, el famoso sicario que sobrevivió a Escobar, porque nadie le había preguntado por Griselda. Él recordaba en medio de su sociopatía algunos detalles concretos como que Pablo Escobar se sentía orgulloso de que su primer gran enemigo en el mundo de la mafia hubiera sido ella", comentó José Guarnizo, un periodista que lleva años investigando la historia de la narcotraficante.
Otro cambio en la serie se produce cuando se asegura que ella logra iniciar su negocio gracias a las prostitutas y los sicarios por el pasado que ella tenía como una. Sin embargo, hay quienes aseguran que ella nunca fue una prostituta, sino que su madre sí lo era, por lo que pasaba tiempo de pequeña en el cabaret y por eso conocía a muchas de ellas.
Por último, más allá de lo que muestra el final de la serie de Netflix, Griselda Blanco no cumplió con 7 o 13 años como se menciona en la serie, sino que en total fueron 19 los años que pasó presa. Luego de eso, volvió a Medellín, en donde vivió hasta que la asesinaron en el 2012 a sus 69 años.