La legislación de la Ciudad de Buenos Aires tolera que quien esté al volante de un vehículo particular tenga solamente hasta 0,5 gramo de alcohol por litro de sangre mientras que la Provincia de Buenos Aires impone alcohol cero. Pero. ¿qué ocurre cuando nuestro cuerpo es el que produce alcohol?
En Bélgica se confirmó recientemente el caso de un hombre que fue acusado de conducir bajo los efectos del alcohol pero luego se supo que fue su propio cuerpo el que produjo la sustancia ya que padece una extraña enfermedad: Síndrome de Autobrewery (ABS).
En la sentencia del caso, el Juez señaló que el acusado no experimentó ningún síntoma de intoxicación por el alcohol de forma externa, por lo que no podía ser culpado. Además, se dieron a conocer detalles de este extraño Síndrome que es poco conocido.
"Las personas que padecen ABS producen el mismo tipo de alcohol que se encuentra en las bebidas alcohólicas, pero, normalmente, los efectos son menores", explicó Lisa Florin, bióloga clínica del hospital AZ Sint-Lucas. Además, determinó que éste se desarrolla cuando ya se tiene otra afección relacionada con el intestino.
El Síndrome de Autobrewery (ABS) se puede producir por la existencia de otras afecciones como la diabetes mellitus, la cirrosis hepática o la enfermedad de Crohn, y se caracteriza por una producción endógena de etanol en el tracto gastrointestinal, lo que supone una ingesta de alcohol involuntaria.
Los síntomas habituales del ABS son similares a los que provocan las bebidas alcohólicas (mareos, pérdida de funciones motoras o dificultad para hablar) pero para diagnosticarlo se debe someter a un examen físico, pruebas de laboratorio, paneles metabólicos y pruebas de provocación controlada de carbohidratos.