Argentina derrotó a Colombia 1 a 0 y se coronó otra vez campeón de América. El gol del triunfo lo hizo Lautaro Martínez en el alargue.
La Selección dirigida por Scaloni se sopbrepuso a la lesión de Leo Messi, que tuvo que salir de la cancha. En el banco se lo vio llorando durante largos minutos, mortificado por no poder seguir jugando. Después se vio su tobillo terriblemente hinchado. Al final, las lágrimas se le borraron y la sonrisa por otra vuelta olímpica se le dibujó en el rostro.
Una perla fue el gol de Lautaro ya que en la jugada intervinieron tres futbolistas que habían entrado en el alargue: Paredes que robó la pelota con un gran quite, Lo Celso que metió un pase estupendo y Lautaro que definió como los dioses. Una revancha para los tres porque Lo Celso no había podido estar en el Mundial de Qatar por lesión y tanto Paredes como Lautaro, si bien fueron campeones del mundo, habían llegado a ese Mundial como titulares y perdieron el puesto con Enzo Fernández y Julián Alvarez.
Otro dato emotivo de la noche en Miami fue que se trató del último partido de Angel Di María con la Selección. Y se despidió a lo grande, jugando casi los 120 minutos. Se retiró sobre el final, entre lágrimas y con una ovación enorme: "Fideo", "Fideo", bajaba de las tribunas. Tantos años cuestionado, se retira se la selección como uno de los más grandes jugadores que la integraron.
La Scaloneta tuvo grandes figuras, entre ellos Dibu Martínez y Cuti Romero que sobresalen. Rodrigo De Paul como siempre se "comió" la cancha con su despliegue y corazón, Enzo Fernández y Mac Allister, dos figuras del Mundial, tuvieron una final excelente. Lisandro Martínez fue un gran compañero en la defensa para el Cuti, y los laterales -Montiel, Tagliafico y Molina- cumplieron con creces. Messi mostró destellos de su genio pero tuvo una copa marcada por una lesión que le impidió jugar con soltura y la última lesión que no lo dejó terminar la final. Nico González, que entró en su lugar jugó un partidazo, aportó mucho en el juego áereo y con su despliegue y solo le faltó el gol.
Una Selección de hombres y de cracks. A la hora del festejo y de recibir la copa, el capitán Leo Messi, decidió compartir ese momento de la recepción del trofeo con Di María y Otamendi.