Levante la mano quien no le dice " táper" a los recipientes plásticos con tapa que usamos para guardar alimentos en la heladera o transportarlos. La marca que le dio origen a este nombre, sin embargo, se declaró hace horas en quiebra.
Tupperware, una empresa que nació en 1946 y de la que se afirma que era utilizada hasta por la reina Isabel de Inglaterra, que se hizo célebre por sus " reuniones" y estableció una forma de trabajo para millones de mujeres en el mundo, se declaró este martes finalmente en bancarrota tras solicitar voluntariamente ante el Tribunal de Quiebras del Distrito de Delaware (Estados Unidos) el amparo del Capítulo 11 de la legislación norteamericana que regula estos procedimientos.
De esta forma, se han confirmado los rumores que obligaron a la Bolsa de Nueva York a suspender este martes la cotización de Tupperware después de que se desplomase más de un 57% en la sesión del lunes.
La presidenta y consejera delegada, Laurie Ann Goldman, aseguró que el “entorno macroeconómico desafiante” ha estado detrás de la decisión de Tupperware de acogerse a protección judicial. Ese entorno abarca la escalada en los precios de las materias primas y al pinchazo de la burbuja postpandémica por la cocina casera.
En la documentación remitida al tribunal, Tupperware ha informado de que dispone de activos de entre 500 y 1.000 millones de dólares mientras que su pasivo estaría entre los 1.000 y 10.000 millones de dólares.
No los salvó el boom de la comida casera
Tupper desarrolló envases de plástico para conservar alimentos y asegurar un cierre hermético, con un innovador “cierre de descompresión” que patentó en su momento. Estos envases, eternos, aún siguen en muchos hogares.
Con el tiempo, el mercado de los recipientes plásticos se amplió al infinito, sobre todo en versiones más económicas, lo que fue letal para la marca. El sello de las famosas " reuniones" fue dejado de lado en parte, ya que se establecieron locales de venta al público.
En la pandemia pasada de COVID 19, con el boom de la comida casera, la marca subió sus ventas pero paulatinamente volvió a perder dinero, al punto que en junio pasado, la empresa anunció el despido de 150 trabajadores en una planta de Estados Unidos y su traslado a México, con el fin de beneficiarse de los salarios más bajos en ese país.
A comienzos de este año, la empresa, sumida en dificultades, anunció que buscaba financiación de inversores, ante el inminente riesgo de quiebra. Ahora, planea solicitar la aprobación de un tribunal estadounidense para buscar un comprador que garantice la protección y continuidad de la marca.