A partir de septiembre, los conductores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) que incumplan ciertas normas de tránsito se enfrentarán a multas mucho más severas, debido a un aumento en el valor de la Unidad Fija (UF), que es la base para calcular las sanciones.
Una de las infracciones más caras es la de conducir con la patente del vehículo tapada, una práctica que muchos utilizan para evitar ser identificados por las cámaras de seguridad. Esta falta no solo es una violación de las normas de tránsito, sino que también representa un riesgo significativo en caso de accidentes o delitos, ya que dificulta la identificación del vehículo involucrado. Los conductores que sean sorprendidos tapando la patente enfrentarán una multa de $630.200, convirtiéndose en una de las sanciones más altas del sistema de infracciones de la ciudad.
El valor de la multa se calcula en función de la Unidad Fija, la cual se actualiza semestralmente. Este valor está vinculado al precio de medio litro de nafta de mayor octanaje, según los precios informados por el Automóvil Club Argentino (ACA). A medida que los combustibles aumentan, también lo hacen las multas, lo que genera un impacto directo en los bolsillos de quienes no cumplen con las normas de tránsito.
Además de la sanción económica, conducir con la patente tapada puede acarrear consecuencias legales mucho más graves. En caso de un accidente o incidente donde el vehículo no pueda ser identificado, las investigaciones se complican, exponiendo al conductor a posibles acciones judiciales.
Es fundamental que los conductores mantengan sus documentos y vehículos en regla para evitar enfrentar multas tan elevadas. La sanción por circular con la patente tapada no solo afecta financieramente, sino que también pone en riesgo la seguridad y el correcto funcionamiento del sistema de tránsito en la ciudad.