Se anunciaron cambios en los registros automotores para la venta de autos. Es que desde el Gobierno revelaron que a partir de septiembre no será necesario presentar el libre deuda de patentes y multas para poder hacer la transferencia de vehículos usados.
Es que el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona explicó: ”Los Registros Automotores dejarán de cobrar los impuestos y tasas relativos a la radicación de Automotores y de sellos, y las multas por infracciones de tránsito cometidas en jurisdicción provincial o municipal. Será responsabilidad de cada jurisdicción la percepción de los mismos”.
La decisión del Gobierno en lo que respecta a la venta de autos dejando sin validez el trámite de libre deuda es debido a que los registros automotores contaban con convenios con los municipios que frenaban la operación ante faltas de pagos. Ahora, quien vende el auto y el comprador podrán llegar a un acuerdo para saldar esa deuda.
En lo que respecta a cómo se manejaran estas cuestiones de ahora en más, Sebastián Amerio, secretario de Justicia y quien se encuentra a cargo de la Subsecretaría de Asuntos Registrales, advirtió: “A partir de ahora los gobiernos van a tener que hacerse responsables ante los ciudadanos de los impuestos, tasas y retenciones que les cobran. Los argentinos tienen el derecho de saber a dónde es destinada la plata que el Estado les retiene y esta medida es un avance en ese sentido”.
Sumado a esto, explicó que la medida genera una “conveniencia” debido a que se eliminan los convenios con los que los Registros Seccionales se quedaban con los impuestos y tasas. Es por eso que detalló: “Esa operatoria resulta ajena al desarrollo de la actividad registral”.
De este modo, también se detalló que junto a esta medida vinculada a la venta de autos, también habrá una baja al 1% sobre el arancel de transferencia, títulos, la eliminación de cargos por cédulas de identificación y chapas patentes.
Por lo que esta medida, según indicaron desde el Gobierno, se encargará de otorgar un ahorro mensual de $1.300 millones para la Administración Pública y $36.000 millones por año para los argentinos en impuestos.