Según datos recientes, el 50% del consumo de energía en los hogares de Argentina se debe a la climatización de los ambientes. Es decir que, en promedio, la mitad de lo que cada usuario paga de luz se debe a refrigerar o calentar la casa. ¿Cómo se puede mejorar este panorama? A corto y largo plazo, hay posibilidades.
Para que las facturas de luz no generen un dolor de cabeza tan grande como los calores entre diciembre y febrero, Javier Maltz, Presidente de ANDIMA ( Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes) explica que la “forma más eficiente para consumir menos energía en un hogar es contar con materiales de aislación térmica eficiente – lana de vidrio, poliestireno expandido y poliuretano – en toda la envolvente de una casa; la envolvente de una casa está formada por todos los elementos de construcción que están en contacto con el exterior, como son los techos, muros, y pisos. Este tipo de materiales permiten ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 70% en las facturas de la energía consumida para climatizar un hogar”.
En este camino del ahorro energético queda claro que cambiar el aire acondicionado por uno de eficiencia energética Clase A ayuda, pero no es suficiente – el 70% de la plaza instalada corresponde a equipos clase de eficiencia B, porque recién en 2015 todos pasaron a ser clase eficiencia A o superior-. El ahorro que se puede obtener es un 9% con artefactos eficientes." Si se piensa en un aire acondicionado estándar, el gasto por hora es de 690 Wh; con aislación térmica eficiente en la envolvente, se puede prender solamente entre 15/20 minutos por hora, logrando el mismo rendimiento que toda la hora encendido", explica el experto.
Hay por otra parte instancias activas de ahorro energético que son importantes, como los colectores solares o artefactos del hogar e iluminación eficiente que permiten reducir a la mitad el consumo de energía, más allá de la climatización.
Estas son algunas reglas básicas para que el aire acondicionado funcione mejor, dure más su efecto y no se desperdicie energía:
Antes de que llegue el verano, limpiar el filtro de aire.
Cerrar las ventanas y las puertas del ambiente donde encenderás el aire.
Evitar que las persianas o cortinas estén completamente abiertas. Que no entren rayos de sol directamente al ambiente.
Antes de encenderlo, abrí bien las ventanas para ventilar la habitación, por lo menos 10 minutos.
Prendé el aire acondicionado cuando estés en el ambiente. No lo dejes programado con antelación.
Mantener la temperatura constante en 24°.
No prendas y apagues el aire constantemente de forma manual. El arranque es lo que más energía consume.
Utilizar la potencia automática del aire, lo que mantendrá la temperatura constante y se apagará y encenderá el aire cuando lo necesite.
Si tus ventanas no cierran del todo bien, ponerle burletes.
Mientras estés usando el aire tratar de no abrir y cerrar puertas.