El nombre de Sor Geneviève Jeanningros se hizo presente en las noticias luego de que se mostrara el momento en el cual la religiosa de 81 años rompe el protocolo para acercarse al féretro del Papa Francisco para despedirse de manera más íntima.
Vistiendo su hábito y una mochila, la religiosa se animó a romper el protocolo durante el acto privado que se llevó a cabo para las autoridades eclesiásticas y, entre lágrimas, se despidió de quien fue su gran amigo, Fue un guardia quien la dejó pasar.
Sor Geneviève, de 81 años, pertenece a la Congregación de las Hermanitas de Jesús y es ex sobrina de Léonie Duquet, una de las dos religiosas francesas desaparecidas durante la dictadura, que fue víctima de Alfredo Astiz.
El Papa Francisco era muy cercano a ella e incluso la había apodado cariñosamente la "enfant terrible". La hermana francesa dedicó gran parte de su vida a asistir a las mujeres transexuales y los feriantes de Ostia, en la región del Lacio.
Según se sabe, Sor Geneviève vive en la caravana con los feriantes de un circo de Roma, donde hace pastoral con personas LGTBIQ+. "Por fin han encontrado una Iglesia que les ha tendido la mano", solía decir tras las llegada del Papa Francisco, a quien visitaba cada miércoles en las audiencias a las que llevaba grupos de homosexuales y transexuales.
"Ninguna persona debe sufrir la injusticia de ser desechada, a nadie se le puede arrebatar la dignidad de ser hijo de Dios", declaró Sor Geneviève en una ocasión al diario del Vaticano, luego de uno de los encuentros con el Sumo Pontífice.