Un verdadero escándalo se produjo este jueves 15 de mayo en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro en el juicio por la muerte de Diego Maradona. Toda la expectativa estaba en la declaración del psicólogo Carlos Díaz, uno de los siete acusados por su presunta responsabilidad en el fallecimiento del ex capitán de la selección argentina y todo cambió de foto con una fuerte denuncia para que se investiguen si se cometieron presuntos delitos como prevaricato, incumplimiento de los deberes de funcionario público, tráfico de influencias y cohecho.
La denuncia fue presentada por los abogados Fernando Burlando y Mario Baudry, representantes, respectivamente, de Dalma y Gianinna Maradona y de Verónica Ojeda, la madre de Diego Fernando. Se conoce después de la publicación que hizo Gianinna de los chats privados que exponen las mentiras de Agustina Cosachov, Maxi Pomargo y las hermanas de Diego: "No vomiten".
"Hay posibilidades de que se recuse la jueza", dijo Burlando. "Existe la posibilidad de que este juicio sea nulo", agregó. Fue el encargado de anunciarlo luego que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro deliberó sobre la recusación planteada por el abogado Julio Rivas, defensor del neurocirujano Leopoldo Luque, otro de los acusados, contra la jueza Julieta Makintach.
Todo indicaría que podría tener relación con un documental sobre el juicio que prepara una productora de contenidos donde trabaja Juan Makintach, hermano de la magistrada. Fue tema de charla en la audiencia de este jueves 15 de mayo.
Cuando los jueces ingresaron en la sala de audiencias, que generalmente es usada para juicios por jurados, no se sentaron en los mismos lugares de siempre. Desde el principio del juicio el juez Maximiliano Savarino ocupó el sitial del medio, dado que ejercía la presidencia del tribunal; su colega Verónica Di Tommaso, a su izquierda, y Makintach, a su derecha.
Sin embargo, se vio que Savarino se sentó en el lugar donde solía hacerlo Makintach, que ocupó la silla central. La magistrada explicó que ella iba a quedar a cargo de “conducir” el debate y la jueza Di Tomasso ejercería la presidencia del tribunal, producto de las rotaciones anuales en ese puesto en el cuerpo colegiado.
Y se generó un revuelo. El Ministerio Público Fiscal, los abogados que defienden a los acusados y los que representan a los particulares damnificados sostuvieron que “el debate tiene que terminar de la manera en que comenzó”.
A continuación, se dio la recusación del abogado Rivas. "Esta defensa, cuando declaró (la psiquiatra) Agustina Cosachov, ante una pregunta de la doctora Makintach, levantó insistentemente la mano. No soy su abogado, pero noté que en esa pregunta, por el modo y el contenido, fue inquisitoria, y en ese momento yo empecé a evaluar un pedido de recusación. Lo digo con respeto porque antes no lo había notado, pero sí a partir de ese día. Yo veo que por el modo, los gestos y los contenidos de esa pregunta, está adelantando un veredicto. A eso, sumo que tomé conocimiento de que se está haciendo un documental, por el que fui entrevistado y me dijeron que estaban grabando (las audiencias). También noté preguntas inquisitivas a Víctor Stinfale. Es un hecho grave que afecta la independencia y la imparcialidad de Makintach", dijo Rivas en la audiencia.