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El insólito motivo por el que los cardenales no pueden comer espárragos en el cónclave

Uno de los detalles más sorpresivos tiene que ver con el menú, el cual cuenta con alimentos prohibidos.

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Este miércoles 7 de mayo se dio inicio al cónclave para determinar quién será el sucesor del papa Francisco como líder de la Iglesia Católica. Son 133 cardenales de alrededor del mundo los que se reúnen en la Capilla Sixtina para la votación. 

Bajo un régimen de estricto aislamiento y confidencialidad, los cardenales se reúnen todos los días hasta tomar una decisión y se alojarán en la Casa de Santa Marta, Ninguno tendrá acceso al exterior, ni visitas, ni contacto con la prensa.

Uno de los detalles más sorpresivos tiene que ver con el menú, el cual cuenta con alimentos prohibidos. Y es que, si bien es un alimento liviano y saludable, los participantes del cónclave tienen prohibido comer espárragos por un particular motivo.

Los espárragos contienen compuestos de azufre, como el ácido asparagusico, que al digerirse se descomponen en moléculas volátiles, responsables del característico y penetrante olor en la orina. En el contexto del cónclave, donde los cardenales comparten baños, este tipo de alimentos se consideran inapropiados. 

A partir del siglo XIII también se prohibió la comida rellena o cerrada porque en ella se podría esconder algún mensaje. Por eso, no pueden comer platos como pollo relleno, arrollados o empanadas. "El cónclave no es un retiro placentero; es un tiempo de discernimiento intenso donde cada elemento, incluso la comida, debe estar orientado al bien común del cuerpo eclesial", afirmó Antonio Spadaro, director de La Civiltà Cattolica.

Giorgio Calabrese fue el médico italiano especializado en Ciencias de la Alimentación encargado de diseñar el plan alimentario para los cardenales electores. El desayuno ofrece tostadas con miel o mermelada, té o café. Luego, un almuerzo ligero, rápido y sabroso, "que satisfaga el paladar sin sobrecargar de grasas", puntualizó el nutricionista.

El primer plato puede ser una pasta ligera con tomate y albahaca fresca, o un risotto de verduras o legumbres. A continuación, "carne blanca o pescado a la plancha y no frito, con verduras al vapor o también a la plancha", revela al medio italiano.

De postre, fruta y de beber sí pueden tomar una copa de vino, como destaca el nutricionista. Para la cena, un plato "fácil de digerir". El menú cuenta con jamón cocido, salmón ahumado o sardinas; también quesos frescos.