AYUDA FAMILIAS

Datos de la vida de Belgrano no tan conocidos para sacarse un felicitado en el cole

Si no querés darle un montón de órdenes a la IA que no entiende y la Wiki te resulta demasiado complicada, te contamos secretos de la vida del creador de nuestra bandera para que te saques un ¡excelente, te felicito!

Escrito en ACTUALIDAD el

Cada 20 de Junio en nuestro país se celebra el Día de la Bandera. La fecha no se eligió porque ese día fue creada sino en honor a su creador, Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano que falleció el 20 de junio de 1820. Belgrano es uno de los personajes de nuestra historia más querido por los argentinos. Te contamos algunos datos de su vida para que vos también sepas por qué es uno de nuestros grandes héroes.

Permiso para leer

Belgrano era una persona muy inteligente y un alumno brillante. Hablaba cinco idiomas: castellano, italiano (que aprendió de su padre) latín, inglés y francés. En Salamanca obtuvo un permiso especial del papa Pio VI para “leer y tener todos y cualesquiera libros de autores condenados y aún herejes, de cualquier manera que estuvieran prohibidos”. Eso sí no le permitían prestarlos ni leer pronósticos astrológicos. ¡Qué bueno que hoy podemos leer todo lo que deseamos! ¿No?

Mis libros, tus libros

En 1812, Mariano Moreno fundó la Biblioteca Pública de Buenos Aires. Sin embargo, faltaban libros para consultar. Belgrano entonces ofreció entonces  su biblioteca personal para que sacaran todos los libros que se consideraran útiles. Así 86 obras de su colección privada terminaron en las manos de todos los que quisieran leerlas. Había libros franceses, en italiano, en latín y por supuesto, en castellano. La temática también era variada: agricultura, economía, historia y también literatura. 

El valor de un pueblo

En 1812, el creador de la Bandera, se hizo cargo del Ejército del Norte. Cuando llegó a Jujuy y ante el avance de las tropas realistas, le pidió a la gente que abandonara todo y lo siguiera hasta Tucumán. Los pobladores –muchos por convicción y otros por obligación o temor- abandonaron sus casas, sus campos y quemaron todos los cultivos para no dejarle nada al enemigo que venía avanzando desde el Alto Perú. Este hecho se conoce como el Éxodo jujeño. Para recordarlo, todos los 23 de agosto, en Jujuy se realizan grandes festejos.

La creación de nuestra bandera, a orillas de Paraná

Retrato

¿Cómo era Belgrano? Su amigo, Celedonio Balbín, lo describe así: “El general era de regular estatura, pelo rubio, cara y nariz fina, color muy blanco, algo rosado, sin barba, tenía una fístula bajo de un ojo (que no lo desfiguraba porque era casi imperceptible), su cara era más bien de alemán que de porteño, no se le podía acompañar por la calle porque su andar era casi corriendo, no dormía más que tres a cuatro horas, montando a caballo a medianoche salía de ronda a observar el ejército, acompañado solamente de un ordenanza. Era tal la abnegación con que este hombre extraordinario se entregó a la libertad de su patria, que no tenía un momento de reposo, nunca buscaba su comodidad, con el mismo placer se acostaba en el suelo o sobre un banco, que en la mullida cama.”

Patriotas en problemas

Aunque muchos cuadros muestran a los soldados patriotas muy bien vestidos y armados, la realidad era bastante distinta. El mismo Belgrano la describe en una carta que le escribió a Tomás Guido: "Estamos en la mayor miseria, y no tenemos lo que necesitamos para movernos; es un prodigio cómo se conserva esta fuerza que pasa meses sin recibir más socorro que un peso: su comida es carne flaca y maíz rosa; cuido que siquiera estén vestidos, pero no por esto tienen las prendas necesarias; el invierno lo han pasado con pantalones de brin y la mayoría sin un miserable poncho. No hablemos de necesidades, porque a esto no hay quien les gane".

Asesor de diputados

El 6 de julio de 1816, en el Congreso de Tucumán, Belgrano expuso los resultados de su misión diplomática en Londres y Portugal. También les pidió a los congresales que declararan la Independencia y propuso coronar a un Inca como rey de las Provincias Unidas. Esta idea –que provocó la risa de los legisladores porteños- no era para nada descabellada. Hasta San Martín opinaba que era “admirable”. ¿Por qué? Primero porque sería una manera de reparar las injusticias cometidas por los pueblos originarios, además se conseguiría su apoyo para la causa revolucionario y por otro lado, en Europa, las monarquías eran fuertes y tenían más prestigio que las repúblicas.

Belgrano en el Congreso de Tucumán

Su plata... para las escuelas

El creador de la Bandera era un gran defensor de la educación. Sostenía que para alcanzar el progreso social, la educación popular era imprescindible y que los maestros eran los verdaderos “padres de la patria”. Pero no se quedaba en palabras, por eso alentó la creación de escuelas desde su cargo en el Consultado y también en todas las ciudades por donde pasaba con su ejército, además alfabetizaba a sus soldados. Con el dinero que recibió por sus triunfos en las batallas de Salta y Tucumán pidió que se construyeran cuatro escuelas.

Pobre y olvidado

La familia Belgrano era una de las más ricas de Buenos Aires, pero el prócer murió en la miseria. Esto sucedió por varios motivos. Luego de la Revolución, la economía de las Provincias Unidas no era la mejor. Los escasos recursos económicos iban para las tropas. Además, muchos hombres debían dejar sus trabajos para unirse al ejército. El comercio y diversas actividades agrícolas y ganaderas quedaron interrumpidas. Belgrano, que podía haberse dedicado a trabajar como abogado dejó esa actividad para liderar las tropas patriotas. Sin embargo, el gobierno, no le pagaba su salario a tiempo o apenas una parte. Cuando murió, le adeudaban 13 mil pesos, por esto tuvo que pagarle al médico con su reloj. Su muerte pasó inadvertida y solo un periódico hizo mención de la noticia, el “Despertador Teofilantrópico”. Recién el 8 de Junio de 1838, durante la presidencia de Roberto María Ortíz y mediante la ley 12.361 estableció el día 20 de Junio como Día de la Bandera.