Ubicada a tan solo 80 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, Capilla del Señor es una joya del turismo rural que combina historia, paisajes y tradición en un entorno sereno. Elegido por muchos como destino de escapada para desconectarse por un día o pasar un fin de semana, este pueblo declarado de interés histórico nacional invita a recorrer sus calles adoquinadas, explorar sus estancias centenarias y disfrutar de una gastronomía típica con sabor a campo.
Uno de los grandes atractivos del lugar es su casco histórico, que conserva la esencia del siglo XIX con construcciones coloniales bien conservadas, faroles de época y una atmósfera detenida en el tiempo. Allí se encuentra la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, una de las más antiguas de la provincia, y el Museo del Periodismo Bonaerense, que preserva la historia del primer periódico rural impreso en la región. Esta fusión entre cultura y tradición lo convierte en un paseo ideal para quienes disfrutan del turismo con contenido.
Pero además del recorrido urbano, Capilla del Señor ofrece propuestas al aire libre que atraen tanto a familias como a grupos de amigos. Su entorno natural permite realizar caminatas, andar en bicicleta por caminos rurales, visitar estancias y respirar aire puro en pleno corazón pampeano. También se destaca por su gastronomía: hay restaurantes y pulperías donde se pueden degustar asados, empanadas, pasteles caseros y productos regionales como quesos, dulces y embutidos. En las ferias locales, incluso se pueden adquirir artesanías y conservas hechas por productores del lugar.
El acceso es muy sencillo. Se puede llegar en auto tomando la Autopista Panamericana (Ruta Nacional 9) y luego empalmando con la Ruta Provincial 39, o bien en colectivo desde la terminal de Retiro. También existe una alternativa en tren, combinando el ramal de la línea Mitre hasta Victoria y de allí hasta Capilla del Señor.
Tranquilo, pintoresco y cargado de identidad, este pueblo del partido de Exaltación de la Cruz es una excelente opción para quienes buscan salir de la rutina sin alejarse demasiado de la ciudad.