En una charla íntima, el presidente de River, Jorge Brito, sorprendió al contar un aspecto muy poco conocido de su vida personal: su lucha contra la dislexia y el rol fundamental que tuvo la actriz Alejandra Darín en ese proceso. “Me cambió la vida”, afirmó emocionado, al recordar cómo fue trabajar con ella para poder expresarse en público y vencer bloqueos que lo afectaban desde siempre.
Todo comenzó en una etapa compleja, cuando Brito impulsaba una agrupación política en River en plena época del descenso a la B Nacional. En ese contexto, su dificultad para hablar frente a otras personas se volvió una gran traba. “Yo no podía hablar delante de 10 o 20 personas. Con dos o tres me manejaba bien, los conceptos eran buenos, pero al querer transmitirlos… no podía”, relató a Iván Schargrodsky en el programa On The Record.
Atribulado por sus problemas discursivos, Brito se cruzó con Alejandra Darín. “Ella me hizo trabajar mucho en lo emocional. Lo que me pasaba no era un problema técnico, era emocional. Me decía: ‘Sacate el traje, vení con un jogging y una remera’. Así empecé a hacer teatro con ella. Increíble, ¿no? Un banquero haciendo teatro”, recordó entre risas.
Los encuentros se realizaban en el auditorio del Banco Macro, a puertas cerradas, muy temprano por la mañana. Allí, Alejandra lo ayudó a enfrentar el escenario y a encontrar una forma más auténtica de comunicarse. “Ella me enseñó a transmitir desde el corazón, no desde un discurso aprendido. Yo no puedo leer discursos. Nunca lo hice. Soy disléxico. No me vas a ver nunca con un papel en la mano, porque no puedo. Entonces tengo que interpretar los conceptos y decirlos a mi manera”, explicó Brito.
El trabajo con Darín duró alrededor de un año y medio. Aunque nunca mantuvieron una amistad cercana, el dirigente expresó una profunda gratitud hacia la actriz, quien falleció en 2025. “Cuando gané las elecciones en River, la primera persona a la que le escribí fue a ella. No hablábamos seguido, pero ese fue mi modo de agradecerle. Me ayudó en algo que me marcó para siempre”, dijo.
El vínculo con Alejandra Darín no solo le permitió superar un obstáculo personal, sino que también lo preparó para liderar uno de los clubes más grandes del mundo. Aunque no volvió a hacer teatro ni planea dedicarse a eso en el futuro, conserva aquella experiencia como un momento clave en su vida. “No pensé nunca en hacer teatro, pero fue algo que fluyó. Fue una etapa, pero una que me transformó”, cerró.