El sacerdote brasileño João Paulo Araujo Gomes, párroco de la Parroquia de Sant'Ana Gravatá, decidió colocar su granito de arena para ayudar a salvar a los perros abandonados que encuentra en su barrio.

En cada una de sus misas, este hombre les pregunta a las familias si no quieren adoptar a alguno de los canes rescatados. 

"Yo les propuse recoger a los perritos, adoptarlos y permitirles que estuvieran en la iglesia. El objetivo es encontrarle a cada mascota un nuevo hogar", manifestó.

Araujo Gomes también organizó un comedor para perros y se encarga de llevarlos al veterinario y curarlos.