Ingredientes:
6 huevos grandes
220 g de azúcar blanca
130 g de harina
130 g de manteca
130 g de chocolate para fundir (con 70% de cacao preferiblemente)
1 cucharadita de esencia de vainilla
1/2 sobre de levadura en polvo
1 pizca de sal
Ingredientes para el relleno y la cobertura:
200 g de mermelada de damasco
200 g de chocolate negro (con el 70% de cacao)
130 ml de agua
120 g de azúcar blanca
Preparación:
Cubre las paredes del molde con un poco de manteca y harina para evitar que se pegue.
Precalienta el horno a 170 ºC.
Derrite el chocolate al baño María..Reserva el chocolate fundido.
Tamiza la harina junto con la levadura y resérvala también.
Separa las claras de las yemas.
Coloca las claras en un recipiente, añade la pizca de sal y móntalas a punto de nieve. Cuando estén a medio montar, echa la mitad del azúcar. Esto ayuda a obtener un merengue mucho más firme.
En otro recipiente, bate el resto del azúcar con la manteca hasta obtener una mezcla ligeramente esponjosa y de color amarillo.
Incorpora las yemas de los huevos una a una mientras sigues batiendo. Agrega también la esencia de vainilla.
Ahora añade el chocolate fundido y bate la mezcla hasta que tenga un aspecto homogéneo.
Incorpora la harina tamizada. Mezcla.
Añadir las claras montadas a punto de nieve que habías reservado. Lo vamos a hacer en 3 veces y mezclándolo con la espátula mediante suaves movimientos envolventes.
Vierte la masa en el molde.
Hornea durante 45 minutos aproximadamente a 170 ºC.
Rellenar la tarta de chocolate Sacher:
Una vez fría, corta. Tiene 2 capas, pero si quieres y la altura de tu torta lo permite, puedes cortarla en 3 capas.
Calienta ligeramente la mermelada en el microondas para que se vuelva más fluida. Cubre con la mermelada una de las mitades de la tarta y tápala con la otra.
Preparar el glaseado de la tarta Sacher:
Calienta el agua y el azúcar hasta que esta se disuelva por completo. Obtendrás un almíbar ligero.
Derrite el chocolate al baño María o en el microondas.
Vierte el almíbar en el chocolate y remueve enérgicamente hasta obtener una mezcla homogénea y fluida.
Coloca el bizcocho ya relleno con la mermelada sobre una rejilla y, debajo, dispón una bandeja para recoger el chocolate sobrante.
Deja caer el glaseado poco a poco sobre el centro de la tarta y deja que el solo se vaya repartiendo por toda la superficie.
Finalmente, derrite un poco más de chocolate y, con ayuda de una manga pastelera escribe la palabra Sacher en la superficie de la tarta.