Una de las recetas más fáciles para dar los primeros pasos en el manejo de las masas de levadura es el pan de pizza, que nos permite tener algo muy rico para servir como aperitivo, como pan de sandwiches o hamburguesas e incluso cortado en pequeños trozos dentro de una sopa. En este caso, le agregamos algunos sabores para que sea directamente un shock italiano en el paladar: ajo, oliva, orégano y queso. Esta es la receta.
Para la masa:
Harina 000…500 g
Agua…310 ml.
Levadura…25 g
Sal…10 g
Condimentos
Dientes de ajo…4
Queso parmesano…100 g
Orégano…c/n
Aceite de oliva…c/n
Preparación
Disolver la levadura en el agua tibia ( nunca caliente). Una vez disuelta, agregarla a la harina junto con la sal. Mezclar hasta que todos los ingredientes estén bien unidos. Amasar sobre la mesada hasta obtener una masa sedosa y suave. Dejar reposar el bollo cubierto con papel film por 5 minutos. Volver a amasar y separar en 2 o 3 bollos iguales, cubrirlos y dejarlos reposar otros 10 minutos.
Aceitar los moldes de pizza y estirar cada bollo de masa hasta el borde del molde. Dejar reposar a temperatura ambiente por 10 a 15 minutos, porque van a terminar de levar antes de llevar al horno. Cortar los dientes de ajo en finas tiras.
Una vez pasado el reposo, rociar hilos de aceite de oliva en la superficie de cada pizza, distribuir las fetas de ajo, y colocar el queso parmesano y el orégano. Llevar a horno precalentado fuerte, y prestar atención de acuerdo con nuestro horno cuando esté dorada abajo y arriba el queso se vea gratinado. Se puede comer calentito o frío.