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Cómo hacer salsa relish casera de pepinos para tus sándwiches y hamburguesas

Un encurtido sencillo y sin grasas que aporta muchísimo sabor a las comidas.

Escrito en COCINA el

La salsa relish de pepinos es muy popular en Estados Unidos y ya conocida por muchos fans de la comida, influencers y chefs amateurs: pariente de los pepinos agridulces, con una consistencia parecida al chutney y basado en verduras y frutas, se lo puede encontrar en algunos escaparates  de negocios especializados en productos gourmet, conservas especiales o especias. ¿Qué es?

El relish es un encurtido donde las verduras se cocinan en vinagre, lo que le da su sabor punzante característico, y especias. Se emplea, principalmente, para acompañar sándwiches, panchos y hamburguesas, pero queda muy bien con carnes a la plancha, papas o chips. La buena noticia es que se puede hacer en casa, sin complicaciones. Podemos hacerlo agridulce, pero también más picante, solo equilibrando las especias.

Una de las ventajas del relish es que no contiene grasas, como otros aderezos a base de aceites, lo que lo hace un " permitido" para todos. Si queremos preparar un relish casero básico de pepinos, necesitamos un frasco grande bien limpio y los siguientes ingredientes:

Pepino 500g
Vinagre de manzana 250cc
Azúcar 200g
Agua 100 g
Sal 5g
Cúrcuma 4g
Eneldo picado 30g
Cebolla 100g
 

Cómo hacer relish casero de pepinos

Retiramos el centro a los pepinos, donde están las semillas, ayudándonos con una cucharita. Picamos después el pepino y la cebolla en trocitos chicos: puede ser manualmente o en una procesadora, accionándola de manera intermitente, porque no queremos licuar las verduras. También picar el eneldo fresco. 

En una olla ponemos estas verduras junto con el vinagre, el azúcar, la sal, la cúrcuma y el agua y llevamos a hervir. A los 5 a 7 minutos, ya está un poco más espeso y ese es el punto para retirarlo del fuego y envasarlo en caliente en el frasco, cuidando que el líquido cubra todos los vegetales.

Se guarda en la heladera y se deja reposar un mínimo de 24 horas. Va sumando más sabor con el correr de los días, por lo que se puede disfrutar hasta el último bocado.