Si hay algo que identifica la repostería argentina, son los alfajorcitos de maicena. Esos que se deshacen al primer mordisco, con el relleno generoso de dulce de leche y los bordes cubiertos de coco rallado. Y si hay alguien que sabe hacerlos a la perfección, esa es Maru Botana.
La cocinera compartió su receta “secreta” y despertó la nostalgia de toda una generación. Con ese estilo tan suyo —casero, alegre y sin complicaciones— mostró cómo preparar los alfajorcitos de maicena que todos amamos. “Un clásico que tenés que animarte a hacer. Bien ricos, bien nuestros”, escribió junto al video que se volvió viral en cuestión de horas.
Los ingredientes (para una bandeja llena de felicidad)
- 250 g de manteca pomada
- 150 g de azúcar
- 5 yemas
- 5 cucharadas de esencia de vainilla
- Ralladura de 1 limón
- 500 g de maicena (fécula de maíz)
- ½ cucharadita de bicarbonato de sodio
- 2 cucharaditas de polvo de hornear
- Dulce de leche (cantidad necesaria, y si es repostero, mejor)
- Coco rallado (para los bordes, cantidad necesaria)
El paso a paso
- En la mesada, formá una corona con la maicena. En el centro, colocá la manteca, el azúcar, la ralladura de limón, la esencia de vainilla, el polvo de hornear, el bicarbonato y las yemas.
- Con la punta de los dedos, integrá los ingredientes del centro hacia afuera hasta obtener una masa suave y homogénea. No hace falta amasar demasiado: lo ideal es que quede tierna, no elástica.
- Estirá la masa sobre la mesada apenas enharinada (podés usar un poco más de maicena) y cortá los discos con un cortante redondo. Colocalos en una placa y horneá a 170° durante unos 8 a 10 minutos, o hasta que estén apenas dorados en la base.
- Cuando se enfríen, rellená con mucho dulce de leche y pasá los bordes por coco rallado. El resultado: unas tapitas que se desarman en la boca y un aroma a hogar imposible de resistir.
Un clásico que nunca falla
Maru lo dice siempre: “Cocinar es compartir amor”. Y estos alfajorcitos lo demuestran. Son simples, suaves, y con ese toque de vainilla y limón que los hace únicos. Perfectos para la merienda, para regalar o para tener siempre listos en una lata.
Además, se conservan varios días a temperatura ambiente, aunque difícilmente duren tanto: es casi imposible comer solo uno.
El secreto de Maru
El truco para que salgan perfectos está en no pasarse con la cocción. Los alfajores deben quedar blancos, apenas doraditos abajo. Si se cocinan de más, pierden esa textura que los hace tan tiernos.
Otro tip: dejar reposar la masa unos minutos en la heladera antes de estirarla ayuda a que los discos mantengan su forma. Y si querés darles un toque más gourmet, podés sumar un poco de coco rallado a la masa o perfumar con ralladura de naranja.
Estos alfajorcitos de maicena versión Maru Botana son pura dulzura y tradición. Un camino directo a la felicidad, como ella misma dice. Porque no hay nada más argentino que un mate, una charla de sobremesa y un alfajor casero que se deshace entre los dedos.