El flan casero es uno de los postres más tradicionales y queridos, pero hay un detalle que siempre genera debate: ¿debe tener agujeritos o no?
Para muchos, esas pequeñas burbujas de cocción son una marca registrada del flan hecho en casa, pero según expertos en pastelería, en realidad se trata de un error en la preparación.
El reconocido chef Pedro Lambertini reavivó la polémica en redes sociales al compartir una charla con su esposo, quien le envió una foto del postre que le sirvieron en una reunión de trabajo.
Al ver la imagen, el pastelero no dudó en expresar su descontento: “Basta de la mentira del flan con ‘agujeritos’, dejen de timar a la gente socolor de falsa nostalgia”. En su mensaje, incluso criticó el método de cocción y aseguró que a temperaturas demasiado altas, el flan termina pareciendo “un huevo revuelto”.
Pero, ¿por qué aparecen los agujeritos en el flan? La pastelera Silvina Nari explicó en su página web que la clave está en la temperatura del horno.
A mayor temperatura, más burbujas se generan en la mezcla. Si el objetivo es obtener un flan suave y cremoso, la cocción debe ser a baja temperatura y en baño maría, lo que permite que el calor se distribuya de manera uniforme y sin alterar la textura.
Desde un punto de vista técnico, el flan ideal no debería tener burbujas, ya que esto afecta su cremosidad. Sin embargo, algunos defienden la textura aireada de la versión con agujeritos, argumentando que aporta un sabor más intenso a huevo.
En definitiva, se trata de una cuestión de gustos, aunque los expertos coinciden en que un flan liso y sin imperfecciones es el resultado de una cocción bien controlada.
Para lograr la textura perfecta, los especialistas recomiendan cocinar el flan a 150°C o 160°C, sin apurar el proceso y utilizando el baño maría como técnica fundamental. Así, se obtiene un postre cremoso y parejo, sin los famosos agujeritos que tanto dividen opiniones.