SECRETO CULINARIO

La clave para que el pan rallado no se despegue de las milanesas

Desde el secado de la carne hasta el doble empanado: todos los tips para que tus milas salgan perfectas

Escrito en COCINA el

La milanesa, reina indiscutida de las mesas argentinas, puede arruinarse en segundos si el pan rallado no se adhiere como corresponde. Ese crocante irresistible que todos esperan al primer bocado tiene sus secretos, y seguir ciertos pasos puede marcar la diferencia entre una milanesa de escándalo y una que se desarma apenas toca el aceite.

El primer truco es secar bien la carne. Parece un detalle menor, pero si el filete tiene humedad, el empanado no se agarra y termina flotando por separado.

Usar papel absorbente antes de arrancar es clave para garantizar una base firme. El segundo paso imprescindible es pasar la carne por harina. Esto actúa como una especie de pegamento natural: permite que el huevo se adhiera mejor y, por ende, también el pan rallado.

Una vez empanadas, las milanesas necesitan un breve reposo. Con solo 15 o 20 minutos en la heladera, el empanado se asienta, se “fija” y no se despega durante la cocción.

Otro truco que nunca falla es el doble empanado: pasar dos veces por huevo y pan rallado asegura una textura más crocante, pareja y sabrosa.

Para quienes buscan subir la apuesta, se puede personalizar el pan rallado con especias (orégano, ajo en polvo, pimentón), semillas, avena o hasta frutos secos triturados.

Y si se quiere lograr un sabor más intenso, una buena idea es tostar el pan rallado previamente en el horno.

Con estos tips, las milanesas no solo quedarán impecables sino también inolvidables. El último paso es simple: acompañarlas con papas fritas o un buen puré y disfrutar de este clásico argentino como se debe.