Para sorpresa de todos, se reveló que existe una ciudad en Argentina que cuenta con su propia Torre Eiffel. Es por eso que, al ser presentada, se volvió un verdadero furor, a tal punto que muchos turistas se acercan para apreciarla de cerca. Ante esto, se supo dónde queda y quién la construyó.
En la provincia de Córdoba, más precisamente en el pueblo llamado Alicia, que cuenta con unos 5.000 habitantes. Allí, Claudio Marchetti, un habitante, tomó la decisión de construir su propia réplica exacta de la original que se encuentra en París, Francia.
Entre su experiencia y sabiduría, el Claudio Marchetti se lanzó a levantar su propia Torre Eiffel, la cual se volvió un verdadero furor. No sólo por la cantidad de turistas que logró atraer a su ciudad, sino que también por lo bien que quedó este monumento pero en Argentina.
“Por qué una persona autodidacta pudo meterse a crear semejante obra y ser la primera en el mundo que lo hace totalmente sin ayuda. Yo no me doy cuenta de la inteligencia que tengo, lo llevo todo mentalmente, incluso el dibujar los planos y calcular todo”, contó en diálogo con La Nación sobre cómo fue que se lanzó con esta creación.
De este modo, sólo con una soldadora de más de 40 años y una amoladora, el habitante de Alicia logró levantar la Torre Eiffel pero en Argentina. Entre las características de ésta, se supo que cuenta con una altura de 31 metros y que le llevó unos 26 meses terminarla.
En lo que respecta a lo que lo motivó a levantar esto, expuso: “Quise poner a prueba cuánto aprendí y cuánto me enseñó la vida. Además, por Internet busqué los planos de la verdadera y me interesó los cálculos que tenía que hacer para poder levantarla”.
De este modo, el creador de la réplica exacta de la Torre Eiffel pero en una ciudad argentina, contó llevó a cabo este difícil proceso: “Tenía 25 por ciento de quebraduras en el cuerpo mientras la construía, si algo me pasaba tenía un trapo que me ponía en la boca para no gritar de dolor. Calculé hasta si un cable tensor se cortaba y me amputaba una pierna o un brazo, sabía que tenía 10 minutos hasta morir desangrado”.