INCREÍBLE PERO REAL

Santiago Stieben: ''Una fan viajó de Israel a la Argentina para conocerme y cuando me vio me propuso matrimonio”

El actor le dio vida a Roña en Chiquititas, el exitazo de Cris Morena que recorrió el mundo. Cosechó amores en distintas latitudes pero uno fue más que especial. Enterate lo que pasó.

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Santiago Stieben (35) entró a la televisión por la puerta grande: tras haber hecho el primer casting de su vida, Cris Morena lo eligió para que interpretara a Roña en Chiquititas, el tanque que protagonizó Romina Yan en la pantalla de Telefe y que durante cuatro temporadas batió todos los récords no solo en materia de rating sino también en el Teatro Gran Rex y en las giras por la Argentina y el mundo. Stieben allí se hizo muy amigo de Diego Mesaglio (Corcho en la novela), con quien se reencontró después de 20 años y hoy trabajan juntos en la comedia española Se alquila, dirigidos por Alfonso Burgos (Matías en Chiquititas y quien logró reunirlos para hacer este proyecto). Se alquila estuvo varios meses en cartel en la calle Corrientes y el próximo 23 de octubre a las 22 horas se hará por primera vez vía streaming. “Sacás la entrada por Ticketek y podés verla tranquilito en tu casa desde el sillón”, cuenta el actor.

-Te pueden ver de cualquier parte del mundo. ¿Cómo es tu vínculo con los fans internacionales?

-Muy bueno y me pasa algo re loco porque me escriben de lugares realmente insólitos. Te voy a ser honesto: no termino de visualizar que lo que hago se puede ver en distintas partes del mundo. Solamente caigo en la cuenta cuando me escribe un chico desde Turquía, por ejemplo. Me llegan muchos mensajes de Polonia, de Grecia, Portugal, España y ahí es cuando decís: “Guau, me están viendo de lugares tan lejanos”.

-¿Recibís regalos?

-Sí. El fenómeno Chiquititas fue muy grande, no solo en la Argentina sino también en el mundo y recibí muchísimos regalos. Una vez vino una chica de Israel, de quien hoy ya somos prácticamente amigos, y vino a la Argentina solamente para conocerme, lo cual ya era un delirio en sí mismo. ¡Y cuando llegó me propuso matrimonio! Me dijo que queríamos que estemos juntos y que se había venido a casar conmigo. Me contó que le gustaba desde siempre y yo no lo podía creer; son esas situaciones que realmente son increíbles. Fue una demostración de cariño hermosa.

-¿Cómo reaccionase y cómo hiciste para surfear esa situación?

-No supe muy bien qué hacer y le pedí a mi amiga Manuela Pal que me acompañara a un bar, que estaba ahí cerca de su casa, para que entre los dos le dijéramos que yo no me iba a casar con ella. Fue en 2005, yo tenía 20 años y ella también era re chica. Se llama Rony, cada tanto me escribe, formó una familia hermosa y le mando un beso enorme. Le dije: “No me voy a casar con vos pero podemos ser recontra amigos si querés” (risas).

-No paran de llamarte Roña. ¿Te molesta o ya te acostumbraste?

-Cuando dejé de hacer Chiquititas, después de cuatro años sin parar, estaba muy fuerte en ese momento todo lo que había pasado con el programa y pensé: “Guau, no voy a salir nunca más de este personaje”. Pero después pasó y empecé a valorar el reconocimiento como tal. Entendí que la gente que me saludaba no me estaba encasillando sino reconociendo y cuando terminé de aceptar eso, lo disfruté y lo viví con muchísima más tranquilidad.