Si bien Jimena Barón solía estar involucrada en escándalos mediáticos, lo que ocurrió a principio de este año superó cualquier límite. La cantante promocionó su nuevo tema con una campaña similar al que usan las mujeres que ejercen la prostitución para ofrecer sus servicios, la destrozaron en las redes y tuvo que ser atendida por un psiquiatra.
Tras pasar varios días alejadas de las redes sociales, la cantante volvió a Instagram. Allí, publicó un video donde hace un extenso descargo sobre lo ocurrido, pidiendo disculpas y reclamando que no se la critique solo a ella. "Presten atención a la música, a lo que cantan sus ídolos. Si vamos a salir con lupa, pongámosle la lupa a todos y a todas, ojo con la música que escuchan", recomendó.
El video fue analizado minuciosamente en Intrusos, al igual que en otros programas de televisión. Sin embargo, en el ciclo de América notaron un detalle que se le había pasado por alto al resto de los periodistas: en las imágenes que grabó Jimena se ve arriba de una mesa El hombre en busca de sentido, de Víctor Frankl.
En el libro, el autor, un psiquiatra austríaco, relata su experiencia dentro de un campo de concentración durante la Alemania nazi para luego pasar a desarrollar la logoterapia, un tipo de psicoterapia que propone que la búsqueda de sentido es clave en la atención clínica y recuperación de un paciente.
La trama del libro fue leída por Guido Záffora en Intrusos y Marcela Tauro no pudo esconder su indignación. Furiosa, se quitó el micrófono y se levantó de su silla al grito de: "Es demasiado para mi por hoy".
Un minuto más tarde, Tauro regresó a su asiento y planteó: "Esto es un negocio, las redes sociales son para comunicar o para hacer negocios. Para ella son un negocio".