Durante muchos años, Eugenia Tobal soñó con ser mamá. Fue una búsqueda extensa, con sufrimiento pero también, con mucha esperanza y sus seguidores, de una u otra manera, fueron parte de ella. Cuando Ema finalmente llegó, la actriz creyó que todo iba a ser idílico pero se topó con un montón de situaciones sobre las que nadie le había advertido y que distaban mucho de ser color de rosa.
Así fue que en medio de la cuarentena, sintió que tenía que contar toda la verdad para ayudar a otras mujeres y se contactó con Agustina Capurro, una puericultora que la ayudó a poner en palabras, ese 'lado b' de la maternidad que nadie se atreve a revelar.
"Está bueno decir que cuando el bebé nace, no sentís todo eso que te cuentan. Obviamente que amás a ese ser pero te tenés que conocer, es alguien desconocido. El contacto se va generando con los días, no es que inmediatamente sentís amor desbordante. Pero recién hoy, a los cuatro meses, puedo decir que siento que es inmenso... pero al principio no es así".
La especialista explicó que el puerperio no es, ni más ni menos que ese 'entrar en sincronía' con el bebé, especialmente en madres primerizas. "Es un reconocernos, nosotros al bebé y él a nosotros".
Otro de los temas que más capturó la atención de los seguidores fue el tema del cuerpo posparto. Eugenia no dudó en decir que todavía no logró verse 'espléndida' ni sentirse 'radiante' como muchas famosas pregonan en las revistas. "Una ve a las que quedan espectaculares después de parir y yo digo, no sé como hacen. No estoy en el cuerpo que deseo y ya pasaron 4 meses... no es que me importe pero lo pensás: que la celulitis, que la panza, que la tetas, lo sexual con la pareja... son un montón de cosas que nadie te cuenta pero que deberían saber", se sinceró.
"Quizás algunas se recuperan al toque, posiblemente sean unas pocas. Por ahí a las más jóvenes les resulta más sencillo y a las que somos mamás grandes no porque nada es igual que a los 20. Pero sepan que te sentís como el ort... de ver que no estás como te gustaría".
En otra parte de la charla, la actriz contó cómo fue transitar el duelo por la pérdida de su mamá en el último tramo del embarazo. "Muchos me decían que no llore, que le iba a pasar la angustia al bebé... pero no podía. Por suerte, tuve un equipo médico divino que me dijo todo lo contrario: que llore, que me desahogue, que descargue todo".
"Yo llegaba de vivir todo esto intenso y le hablaba a la panza, le contaba que mi angustia no tenía que ver con ella sino con la abuela. Quizás sientan que es una locura pero a mi me hizo muy bien", agregó.
Por último, Eugenia quiso destacar la importancia que tuvieron en su vida, la presencia de otras mujeres que quizás no eran sus amigas pero sí estaban o habían pasado lo mismo que ella. "Es como una cadena de apoyo psicológico, un entramado de contención súper importante. Me ha pasado de tener otras actrices o compañeras de trabajo que sin ser amigas, me escribieran para ofrecer ayuda en la primera etapa. Eso es de un valor inmenso y hasta yo misma me pongo a disposición de otras mujeres que están transitando lo mismo que yo pasé".