Se hizo conocido en 2018 de la noche a la mañana ya que protagonizó la película El Potro lo mejor del amor, una biopic sobre la vida del cantante cuartetero Rodrigo Bueno, y desde entonces Rodrigo Romero (31) dejó su Río Cuarto natal para instalarse en Buenos Aires con la firme meta de consagrarse como artista. Acaba de lanzar el videoclip de su tema El que no te ama soy yo, que dirigió y produjo su pareja, Marlene Gancberg, y por tal motivo tuvo en mano a mano con el periodista Nico Peralta para Pronto, a través de una transmisión en vivo de Instagram. Rodrigo mostró el estudio que se armó en su casa de San Telmo y habló de todo: su presente laboral, la paternidad a distancia –sus tres hijos viven en Río Cuarto: Ruby (10), Ryan (7) y Romeo (3)-, su estado sentimental actual, su ex pareja con Jimena Barón y la delicada situación que vivió el año pasado cuando Macarena Vega, la madre de sus dos hijos mayores, lo denunció ante la Justicia y también públicamente en la televisión por violencia de género. Por primera vez, Romero habló del tema y aclaró todas las dudas.
-¿Cómo y con quién estás pasando la cuarentena?
-Desde que vine a Buenos Aires por el tema de la película, planté bandera acá y me quedé a vivir acá en Buenos Aires. Estoy conviviendo con Marlene, mi pareja de hace casi dos años. En septiembre vamos a cumplir dos años juntos y además de mi pareja, es mi manager y mi productora. Ella participa en la creación de mis temas y como es diseñadora industrial y también DJ, en los primeros temas logró hacer una fusión loca de cuarteto con trap y se integró a mi banda. Es la líder en la producción de mis videoclips.
-Trabajás y convivís con tu pareja, ¿cómo hacen para no chocar?
-Con Marlene somos una pareja que se lleva muy bien y las pocas discusiones que tenemos son ciento por ciento laborales. En lo personal, me encanta trabajar con mi pareja y siento que hemos hecho un buen equipo, un buen dúo. Primero convivimos en un monoambiente en Palermo y habernos mudado acá a San Telmo a un espacio más grande nos permite tener nuestros momentos. Igual parecemos siameses y casi no nos despegamos.
-En tu nuevo videoclip, El que no te ama soy yo, hacés doble rol: de tanguero y de una mujer villana llamada Ruby.
-Es el segundo video que lanzo en lo que va de la cuarentena: primero saqué Marcas y ahora El que no te ama soy yo. Teníamos la idea en la cabeza y pudimos plasmarla como la habíamos pensado. Queríamos contar la historia de estas dos personas que se encuentran en un bar y me metí en el desafío de hacer los dos personajes. Después de la película, me volqué a lo musical, tengo escrito todo un disco y grabado más de la mitad, pero tampoco quise descuidar al Rodrigo actor. Por eso, en cada videoclip saco esa faceta y voy armando distintos personajes.
-¿Al personaje le pusiste Ruby por tu hija?
-Sí. Le puse Ruby porque así se llama mi hija y si bien hay un público al que quiero conquistar, todo lo que hago parte desde mi casa y hago todo por mis hijos. Ellos disfrutan mucho de lo que hago, son mi fans número uno y en Rastros, mi primer videoclip, el personaje que hice se llamó Ryan, como mi hijo. Era un cuartetero medio futurista, con la cabeza platinada y una raya flúo, bien trapero. En El que no te ama soy yo le tocó a Ruby y seguramente mi próximo personaje se llamará Romeo, como mi hijo más chico.
-¿Cuánto hace que no ves a tus hijos en persona?
-Más de cuatro meses. Desde que comenzó la cuarentena, no he podido viajar a Córdoba ni los pude traer acá. Pero por suerte pasaron todo el verano acá conmigo y se vinieron de gira a Mar del Plata y a Uruguay, donde estuve trabajando en el verano. Cuando empezó la cuarentena cortamos el contacto y aunque hacemos muchas videollamadas, ya son cuatro meses sin vernos en persona.
-¿Cómo hacés? Debe ser difícil.
-Es duro y he pasado por todos los ánimos. Ya estar en cuarentena a veces te genera un bajón y al estar lejos de ellos, mucho más. Trato de agarrar lo malo como un motor para seguir con esto que estoy haciendo, que es ciento por ciento para ellos. En Río Cuarto las puertas están más abiertas, entonces los niños pueden salir a jugar y visitar a los primos y los amigos. Tan mal no la están pasando ellos y yo sí porque como papá los extraño mucho. Confío en que dentro de muy poco nos volveremos a ver.
-¿La peli El Potro te cambió la vida?
-No solamente me cambió la vida sino que me abrió el bocho y el interior. La peli me dejó muchas cosas buenas y la curiosidad personal de querer saber qué más tenía dentro de mí. Después de haber interpretado a alguien tan groso, como El Potro, me surgieron muchas preguntas: “Che, ¿cómo hice esto y de donde salió esta pasión?”. Me encantó trabajar como actor, subirme a un escenario, conocer el detrás de cámaras y lo disfruté mucho. Me puse a investigar ese mundo, a buscar respuestas y me fui a mi niñez, a un Rodrigo que le encantaba actuar en la escuela. La maestra decía: “¿Quién quiere hacer de…?”, y yo era el primero que levantaba la mano. Eso estaba muy a flor de piel pero después la vida me llevó para otro lado y a los 30 años me reencontré con ese Rodrigo niño que jugaba a ser artista.
-En el medio, tuviste una vida sacrificada y fuiste albañil, pintor, plomero, trabajaste trozando pollo en un frigorífico y hasta en una panadería en turno noche.
-Sí, y 1800 changas más, como salir en el verano con amigos a cortar el pasto con motoguadañas en sitios baldíos. He trabajado siempre de lo que ha habido y mi papá, que es metalúrgico, hace galpones y es un gran soldador, como todos en mi familia menos yo que no sé soldar pero sí he trabajado siempre con los fierros. He laburado de todo y hoy me toca laburar de artista, que es algo nuevo que descubrí y que me apasiona. Vi la oportunidad para cambiar mi vida y me aferré a eso.
-Fuiste novio de Jimena Barón. ¿Seguís teniendo relación con ella?
-No, no. Hace muchísimo tiempo que no hablo con ella y con mucha gente del elenco; son muy pocos con los que tengo contacto. Sí tenemos buena onda porque con la mayoría nos seguimos por Instagram pero con Jime hace muchísimo tiempo que ya no hablo.
-¿Quedó todo bien entre ustedes?
-Sí, quedó todo bien. Fue un romance muy corto, lindo, se vivieron cosas copadas y lo mejor es que se pudo terminar de la mejor manera y con buena onda. Cada cual pudo rehacer su vida y ya van a hacer dos años que estoy en pareja con Marlene. No paramos de hacer cosas juntos y tenemos miles de proyectos por delante.
-¿A Marlene cómo la conociste?
-La conocí por Malena Sánchez, gran actriz y amiga, un mes antes del estreno de la película. Casi por casualidad, te diría. Pegamos onda, al principio empezamos a salir como amigos, fuimos pegando onda, nos pudimos de novios y al poquito tiempo nos fuimos a vivir juntos. Después agregamos un perro y somos una familia. Somos un excelente equipo de trabajo, además.
-¿Ella conoce a tus hijos?
-Sí. Ha viajado en más de una oportunidad a Córdoba y mis hijos han venido a casa, como en el verano que fuimos con Ruby a Uruguay por unos shows y también nos quedamos unos días más por placer. Después dejé a la nena en Córdoba, me traje a los dos varones y nos fuimos a hacer temporada a Mar del Plata. El año pasado laburé cualquier cantidad y no paré de presentarme en boliches: primero con pistas y después armé mi banda. Recorrí la Argentina, luego fui a Uruguay y en noviembre pasado surgió la propuesta de hacer una gira por España, donde recorrí seis provincias.
-¿En España tocabas temas propios o reversionabas los de Rodrigo Bueno?
-Todo empezó porque querían al pibe de la película en sus boliches, entonces yo iba y hacía las canciones de Rodrigo. Después, empezamos a proponer temas propios, les fueron gustando a los dueños de los boliches y así empecé a hacer un mix entre canciones mías, del Potro y de la Mona Jiménez. Cada vez fui poniendo más de Rodrigo Romero pero obviamente que soy fan de Rodrigo y es tanto lo que le debo, que siempre en mi repertorio va a haber temas suyos. Es mi ídolo y mi modelo a seguir, como él tenía a la Mona. Es mi gran referente.
-¿Sos amigo de Ramiro Bueno, su hijo?
-Sí, con Rama sí. Es un pibe divino y hoy tengo la posibilidad de tener una amistad muy linda y muy sana con él. Estamos hablando permanentemente y nos apoyamos en lo que hace cada uno: él hace rap y yo, cuarteto. Participó en mi primer videoclip, el de Rastros, y tenemos una relación muy linda. Ser amigo del hijo de mi ídolo es lo más cerca que puedo estar de Rodrigo. Charlando con él lo miro y lo disfruto porque es como tener un pedacito de Rodrigo frente de mí.
-Si cuando se estrenó la película ya estabas con Marlene, ¿no se superponen las fechas con tu romance con Jimena Barón?
-Las cuentas no las tengo bien específicas pero se terminó una relación y se comenzó otra. Sí fue muy rápido: se terminó con Jime y empecé con Marlene. Con Jimena terminamos un mes antes del estreno de la película, que se estrenó en octubre y con Marlene nos conocimos en septiembre de 2018.
-¿Tiene nombre tu nuevo CD?
-Sí y te voy a dar la primicia: se va a llamar Cuartetazo y amigos. Es mi segundo disco, el primero propio. Ya está registrado el nombre y hay un tema, Hermano mío, que grabé con Trulalá y está buenísimo. Lo pueden ver en mi canal de Youtube y estoy atrás de Los Caligaris para hacer algo juntos también.
-Cambio de tema. El año pasado la mamá de tus hijos, Macarena Vega, te denunció por violencia de género ante la Justicia. ¿En qué quedó ese tema?
-Eso gracias a Dios se pudo solucionar en la Justicia. Con ella hoy por hoy estamos en paz. Claramente fue un enojo. Era mucho lo que me estaba pasando a mí y a ella también: que de la noche a la mañana su marido y el papá de sus hijos se venga a Buenos Aires a triunfar con un protagónico y toda la exposición que tuve y por lo que ya te conté de estar en pareja con Jimena. Para ella fue mucho y en este manotazo de ahogado, tiró esa. Obviamente que tuve que ir a aclarar todo a la Justicia y dejar bien en claro que eso era un disparate. Más que nada hacer las paces con ella, tratar de entenderla por qué lo hizo y no quedar con rencores porque tenemos dos hijos hermosos por criar. Traté de no hablar nunca más del tema para proteger a estas criaturas porque me parece que no es algo bueno, no solamente para mí sino para ellos. Uno es grande y por ahí la puede pilotear pero ellos son unas criaturitas que consumen la televisión, las redes sociales y están viendo minuto a minuto lo que hace el papá. Traté de evitar o no salir a hablar ni hacer una novela de eso porque me parecía que no daba. Sí aclarar que quedó todo solucionado en la Justicia y hoy por hoy estamos en paz entre ella y yo. Viajo a Córdoba a ver a mis hijos, me los traigo acá a casa y todo está más que bien.
-Ella te hizo una denuncia. ¿Entonces todos los episodios que contó en la tele fueron inventados?
-Tal cual. De eso nada quedó asentado en la Justicia. De lo que dijo en la televisión, no hay nada de eso asentado en la Justicia.
-¿Te enojaste con los medios? Ella estuvo en algunos programas hablando pero vos no te pronunciaste en ningún lado. Hiciste silencio y cuando pasaron cuatro meses, hiciste un posteo y tildaste a los medios de ser “una picadora de carne”.
-Mirá, uno a veces se va de pico y es producto del enojo. No es que me culpo por eso porque soy humano y a veces uno puede decir pelotudeces. Sí me enojaba que en el momento que eso salió se levantara por todos lados. Ella después buscó nuevamente a los medios para aclarar que era todo una mentira y por qué lo hizo pero nadie… En pocos lugares levantaron esa noticia. Pronto fue uno de esos lugares pero el resto de los medios no lo hizo. Por picadora de carne me refería a eso, a que cuando te pasa una mala te la levantan en todos lados y después cuando se aclara o el panorama empieza a cambiar, nadie te da bola. En el año de exposición por la película, me paseé por todos los canales y me han recibido con la mejor y con buena onda. Di lo mejor y me divertí en cada piso que estuve. No tengo mala relación con los medios.
-¿Sentís que se manchó tu nombre o la gente te siguió queriendo igual? Estamos hablando de un tema sensible: en nuestro país todos los días mueren mujeres producto de la violencia de género.
-Tal cual. Obviamente que te mancha. Yo estuve enfermo, literal, encerrado no sé cuánto duró: ¿dos meses, un mes? No sé, ya no recuerdo cuánto pasó. Realmente la pasé mal porque antes de ser persona, soy papá y todo gira en torno a mis hijos. Yo sabía que si la estaba pasando mal y estaba deprimido en mi casa con una barba larga hasta acá, mis hijos la estaban pasando peor en la calle, en la escuela, en todos lados. Me urgía solucionar eso con mis hijos, con mi ex mujer y gracias a Dios pudimos salir de todo eso. Hoy por hoy solo me dedico a trabajar, trabajar, trabajar y hacer las cosas bien. El público decidirá el día de mañana si quiere consumir de este nuevo artista. Esto lo hago por mis hijos, que se merecen otro papá, un papá con otros valores, un papá más evolucionado y comprometido socialmente.
