Fueron amigos durante años hasta que se dieron cuenta que entre ellos 'había algo más'. No pasó mucho tiempo más hasta que se decidieron a formar una familia juntos y fue así que en septiembre del 2016 se convirtieron en papás de Moorea y un año después, se casaron en la playa con un fiestón.
Pero en 2019 la pareja tuvo una crisis importante y ambos decidieron tomar distancia. Tres meses más tarde se reconciliaban pero algo había cambiado. "Se dejaron de acompañar, cada uno hizo un poco su vida y la cosa no funcionó", detalló Ángel de Brito luego de hablar con Floppy. "No hubo terceros ni peleas, simplemente un desgaste de la pareja y algunas cosas que seguramente ellos contarán en algún momento", agregó.
Dicen las personas que conocen a Floppy que él se había concentrado mucho en el trabajo y de alguna manera, habría 'descuidado' la pareja. "Parece que no hay vuelta atrás y en breve van a presentar los papeles para el divorcio", sumó De Brito.
Por estos días, Rodrigo se encuentra de vacaciones con su hija en Miami mientras que Florencia viajó a Pinamar por cuestiones de trabajo. En los próximos días, irá a EEUU a buscar a la nena y luego, regresará con ella a Buenos Aires. Una pena.