EMOCIONADO

Maxi Ghione habló de cómo cambió su vida la operación: "Lo primero que hice fue escucharle el corazón a mi hijo”

Alejado de los medios, el actor cumplió uno de los sueños de su vida. 

Por
Escrito en ESPECTÁCULOS el

"Vida nueva, pelo nuevo. El 24/11 a las 8 a.m, me operan en la clínica Finochietto uno de mis oídos, y como va a ser un éxito y recuperaré un 40% de audición, queda el pasado en la parte más preciada de este aprendizaje que me regaló la vida. A mis 47 años, podré escuchar por primera vez los latidos del corazón de mi hijo", señaló Maxi Ghione muy emocionado el año pasado.

El actor desde los 7 años que sufre de otoesclerosis, una enfermedad que genera un zumbido permanente en el oído y con el tiempo se pierde la audición. Con la cirugía, el actor recuperó el 80% de la audición del oído derecho y planea el próximo año operarse el otro oído y dejar de usar los audífonos. 


En una nota con La Nación, Maxi manifestó que está muy feliz: "Ni bien abrí los ojos, anestesiado, con vendas ensangrentadas y un tapón en el oído, escuché a unas enfermeras hablar en la habitación de al lado. No lo podía creer, antes estaba totalmente apagado cuando no tenía puestos los audífonos. Ni te cuento cuándo me quitaron el tapón... Lo primero que hice fue escucharle el corazón a mi hijo, porque no lo había hecho nunca desde que nació hace 14 años. Y recién estaba sentado, oyendo la lluvia. Ahora realmente la escucho porque con los audífonos también la oía, pero es como si hubiera estado escuchando la vida por auriculares. Ahora los sonidos me llegan en su versión original. Los escucho como son".
Con respecto a cómo impactó toda esta nueva información sonora, el actor declaró: "Es como que de nuevo tengo que revivir el aprendizaje que hice cuando empecé a usar audífonos. Estoy aprendiendo a bajar el volumen del televisor cuando miro una película y cuando lo hago siento que estoy escuchando perfecto, pero no sé por qué necesito levantar el volumen igual. Es como que me quedó chipeado así. También siento que estoy hablando más bajo, que no grito, y a veces pienso que la gente no me está escuchando. Es todo un embrollo. Siempre hablé en un volumen muy alto porque no me escuchaba y ahora, sin querer, voy bajando el volumen, porque me oigo fuerte y claro".


Pero no todo es positivo, Ghione comenta que algunos sonidos le molestan y debe acostumbrarse: "A veces termino durmiendo de costado, tapándome con la almohada el oído operado. Es muy loco, capaz hay gente que grita y me asusto. Es como que tengo que aprender varias cosas de nuevo".
Sin embargo, el momento en el que salió de la clínica y sintió que el zumbido quedó atrás fue un nuevo comenzar en su vida y en la de su familia: "Al salir del consultorio, rompí en llanto en la vereda, como no lo hacía desde chiquito, porque cuando te falta un sentido, eso interfiere en lo que sos el resto de tu vida. La otosclerosis te hace oír un ruido de heladera vieja tan fuerte que tapa todos los otros sonidos. Realmente te perturba y te forma una personalidad por ahí retraída o malhumorada porque tenés que convivir con un montón de sonidos que no elegiste y que te impiden escuchar los que querés. Ese día, nos abrazamos con mi hijo y su mamá y me transporté a mi infancia en el campo, cuando me iba solo con mi caballo y escuchaba ese silencio. Hacía años que no escuchaba el silencio. Años... Y ahora lo escucho, y voy por más".