DE ARGENTINA AL MUNDO

Noe Castaño, que se lució en Chiquititas y ahora triunfa en España, recuerda sus escenas con Gabriel Corrado: “Hoy no se podrían hacer”

En una charla con Pronto, la actriz habla de su exitoso presente laboral, y recuerda sus comienzos. En este sentido, no todo fue color de rosas, más allá de que en aquel momento no lo padeció.

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Noelia Castaño supo cautivar con su destacado trabajo en Chiquititas. Fue una de las tantas actrices que se destacó de la factoría Cris Morena pese a su corta edad. Fue así, que por su capacidad de interpretación se le abrió la puerta para seguir subiendo escalones dentro del mundo de la interpretación.

Lo que siguió fue 90-60-90 Modelos, Caramelito en barra, Como vos y yo y Verano del 98. Dos años después, buscando nuevos desafíos, se fue a España. Lo hizo con una mano atrás y otra adelante, empezando de cero, pero hoy es una de las referentes. ¿Su presente? En una charla con Pronto, marca que luego de lo que dejó el coronavirus, volvió a filmar.

“Ahora mismo me pillas en Buenos Aires. Estoy moviendo algunas cosas de trabajo. El Sabor de las margaritas (Netflix) fue muy bien también en Latinoamérica y eso movió posibilidades de trabajo aquí. También estoy visitando a mi familia. Hacía tres años que no les veía, entre la pandemia y el trabajo no había podido venir. Lo necesitaba, fueron dos años muy duros para todos y la distancia lo agrava más”, cuenta Castaño.

Por otro lado, remarcó que su arribo al país es tan solo por un plazo corto, ya que tiene que volver a Europa, donde vive con su pareja y su hijo: “Tengo un par de proyectos para el año que viene en España que estoy cerrando. Una película y una obra de teatro. Pendiente también de la posibilidad de una tercera temporada para Todo por el juego. También ha ido muy bien y estoy muy contenta”.

Noe Castaño y su hermano, el actor Ezequiel "Mosca" Castaño (Foto: Instagram)

Trabajo infantil

Por haber comenzado de joven, y a raíz de lo que se generó con varios actores de Cebollitas, que denunciaron que no fueron bien tratados, Noe es una palabra autorizada. Ella también recorrió ese mundo, el de trabajar e ir al colegio, tener responsabilidades no comunes en la preadolescencia.

“Me parece que la polémica cuando se habla de trabajo laboral infantil, siempre está servida. Hay tantos puntos de vistas como personas implicadas. No a todos los impacta de la misma manera y lo que para uno es un trauma para otros es una experiencia maravillosa y todas las opiniones son respetables y entendibles. Sobre todo cuando se trata de algo tan personal y sensible”, remarca sobre el tema.

Noe Castaño en uno de los tantos trabajos en España (Foto: Instagram)

Al mismo tiempo, habla de su caso puntual: “Yo también empecé a trabajar muy joven y era algo que deseaba con el alma, sentía una inmensa vocación que aún hoy me sigue acompañado, 27 años después”.

—En Chiquititas tuviste escenas de romance con el personaje de Gabriel Corrado. Vos tenías solo 14 años. ¿Cómo fue para vos grabar esas escenas?

—Sí, es un tema que en los últimos años lo he pesando mucho. Yo tenía 14, 15 años y Gabriel Corrado tendría 30. En ese momento lo viví con muchos nervios, porque además de ser mi primer trabajo, hubo una escena de beso que, si bien en la tira se mostró como si fuera un sueño de mi personaje, había que hacerla de verdad. Lo pienso y… creo que hoy en día no se podría hacer. Sumale que fueron escenas que además se ensayaron, algo que no es normal, ensayar los besos. Entiendo esas escenas de besos y amor entre adolescentes, pero en ese momento yo era menor. Siempre fueron escenas que se hicieron con mi madre delante, pero hoy pienso que es algo que no debería haber estado permitido.

—Hoy no se podrían llevar adelante.

—No sé cómo estarán las leyes en Argentina ahora con eso, pero en España hay leyes muy estrictas para los niños actores. Hay reglas para las horas de trabajo, consentimientos, necesitan varios permisos, está muy vigilado. Cuando se hacen este tipo de escenas se suelen tomar a mayores de edad que hacen de menores, pero son mayores de 18. En mi caso, mi personaje en Chiquititas se suponía que tenía 18 años, por eso hacía esas escenas, supongo, pensándolo ahora que pasó el tiempo. En ese momento ni lo pensaba, me encantaba Gabriel Corrado, le admiraba, pero ahora, mirando desde mi mirada de adulta, es un poco fuerte que se permitiera. Fue la única vez que actué de más grande, siempre hice personajes de más chica.

—¿Qué recuerdo tenés de Gabriel Corrado? ¿El pedido de ensayar los besos era de él?

— No. No era cosa de él lo de ensayar los besos, en absoluto. Eso es de dirección en cualquier caso. Todas las escenas se ensayaban y se pasaba texto. Pero yo con los años me di cuenta que las escenas de beso no se ensayaban. Por eso resulta chocante ahora, echando la vista atrás. En ese época parece que era lo normal. Él muy profesional y educado, como con cualquier otra persona.

—No había tanto resguardo para los menores.

—No, no había conciencia. Ya te digo, para mí, en ese momento, tener una escena romántica con un actor al que admiraba era lo más. A mi mamá tampoco lo pareció mal, de lo contrario no lo hubiese permitido.estuve muy incómoda cuando me dijeron que había que ensayar esas escenas, porque se notaba mi nerviosismo y me tenía que sacar ese nerviosismo para poder hacerlo, repito, era mi primer trabajo importante. Creo que en esa época no se pensaba mucho en cómo eso podía repercutir en los menores y sus consecuencias. La de antes era una sociedad que no reparaba en estas cosas. Afortunadamente eso cambió.