Las aguas parecerían haberse calmado en la vida de la China Suárez. Tras haber sido acusada por Wanda Nara de "zorra" por haber tenido un touch and go con Mauro Icardi, la actriz mantiene el perfil bajo mientras disfruta de sus días en España.
Cabe recordar que Suárez viajó al país europeo hace más de un mes por trabajo junto a sus tres hijos: Rufina, fruto de su relación con Nicolás Cabré, y Magnolia y Amancio, sus nenes junto a Benjamín Vicuña.
En medio del escándalo, la China escribió un largo descargo en el que dio a entender que Icardi la había engañado al decirle que estaba separado de Nara. Pero, además, pegó un palito por elevación a sus ex parejas.
"Me ha tocado relacionarme con hombres a los que les he creído siempre sus palabras: que estaban separados o separándose y que no había conflictos. Siento en esta situación un deja vu infernal, donde vuelvo a pagar con mi reputación cuestiones que son del dominio personal de cualquier mujer. Una repetición que deja a la luz mi inexperiencia y sobre todo profunda credibilidad que les di a estos hombres que luego guardaron silencio dejando que me comieran los lobos", había disparado.
Según se rumoreó, estas palabras de la actriz les habrían caído pésimo tanto a Vicuña como a Cabré. Cabe recordar que la relación de Suárez con ambos hombres comenzó con escándalos: primero con la separación de Nicolás de Eugenia Tobal, quien había perdido recientemente un bebé; y luego con Benjamín, con quien se dio el famoso escándalo del motorhome.
Teniendo a este escándalo como catalizador, esta mañana, Ángel de Brito contó que los dos actores se habrían comunicado con la China para que volviera a la Argentina porque querían estar junto a sus hijos. Además, según sumaron en Para Ti, Rufina, la nena más grande de Suárez, también le habría pedido regresar porque extrañaba a su papá.