“Hoy me toca despedir a Yeso, mi amigo, el que me acompañó por casi 17 años. Son tantas las cosas que podría decir que harían este posteo infinito, como vos, pero solo voy a agradecerte por haberme acompañado y enseñado tanto”, fue el mensaje de Nazareno Casero en Instagram.
Luego, siguiendo por la misma línea, con la emoción a flor de piel, por la muerte de la mascota de él y de su papá, Alfredo Casero, agregó: “Ojalá haya podido hacerte feliz al menos una octava parte lo que vos me hiciste feliz a mí. Te voy a recordar por siempre. Gracias, Yeso, gracias por todo, que fue muchísimo”.
Detrás de esta pérdida hay una historia que habla por sí sola de la generosidad de los Casero con los animales. La manera en la que llegó a sus vidas hace que el amor por perro tenga un plus. Alfredo lo encontró en calle, agonizando luego de haber sido atropellado, en Madryn.
El actor lo cargó en su auto, lo llevó a un veterinario, y por las fracturas que tenía, lo tuvieron que enyesar. Cuando regresó a Buenos Aires se lo llevó a Nazareno que, por la situación, al verlo como estaba, le puso Yeso de nombre.
Según les pudo decir el veterinario, tenía apenas 6 meses cuando llegó a él. “Le puse Yeso de sobrenombre, porque su nombre es Yésico Fabián”, había dicho en su momento, cuando lo presentó en ShowMatch.
En una nota con Oh my doy, habló de lo que significaba el perro para él. Ante la consulta sobre qué era lo bueno de vivir con Yeso, comentó: “En mi caso me ordena un poco, sé que debo volver a mi casa, sé que debo cuidar una vida que no es tan hinchahuevos como un hijo”.