Ángela Leiva es una de las cantantes de la movida tropical de mayor crecimiento. En el último tiempo cobró un protagonismo que la llevó a desarrollar su carrera en otros ámbitos. Fue parte de La Academia y Adrián Suar la convocó para que sea una de las figuras principales de La 1-5/18, la novela de Eltrece.
En su primera incursión como actriz, sus sensaciones se entrecruzan. Por un lado, la felicidad de saber que lo que está haciendo es reconocido, pero por otro, la vergüenza que aflora cada vez que en la tranquilidad de su casa se pone a ver la ficción.
“A esta altura, después de cuatro meses de grabación, estoy muy pendiente de lo que haría el personaje, lo que pensaría. Es una tarea que me tomo muy en serio. Cuando recién empecé las grabaciones, actuaba frente al espejo, pero ya no lo hago más”, contó en una entrevista con La 1+1.
Por otro lado, remarcó que no le gusta verse, pero no por su trabajo, sino por una cuestión estética. No le gusta verse y eso la lleva a que ni siquiera atine a filmarse con el celular. “No lo hago porque me parece bastante vergonzosa mi imagen”.
“Me pasa todo el tiempo de no aceptarme, al estar tan expuesta ahora en televisión”, comentó. Sin embargo, enseguida reflexionó: “Lo más importante es lo que pensamos nosotros de nosotros mismos, que lo que ven los demás. Porque los demás van a ver lo que nosotros mostramos”.