A medida que pasan los días, la pesadilla de Lío Pecoraro va quedando atrás. A mediados del 2020, en plena pandemia, fue diagnosticado con leucemia mieloide y su vida cambió por completo. De la noche a la mañana, pasó de conducir su programa y trabajar full time a estar internado en un hospital, en coma primero y luego, recibiendo transfusiones de sangre y quimioterapia.
En marzo de este año, Lio ingresó en la fase final del tratamiento que incluyó un trasplante de médula. Su hermana Laura fue la donante y la que lo ayudó a cumplir con su propio presagio: ganarle a la enfermedad.
A seis meses de esa última intervención, usó sus redes para agradecerle a ella por haberle dado la oportunidad de cursarse y recordó la importancia de donar sangre y médula para que otras personas también logren recuperarse.
QMuy emocionado, lagrimeando, escribo estas palabras. Este hechos nos une mucho más de lo que estábamos unidos antes. Ajustando clavijas para que todo se acomode como se está acomodando cada día. Te amo profundamente y les pido a todos que donen sangre y médula porque salva vidas como me la salvó Laurita a mi".
Y remató: "Gracias mi cielo, estoy viviendo mi segunda oportunidad, lo agradezco y valoro muchísimo".