Carmen Barbieri transita un excelente momento profesional ya que volvió a conducir un programa diario después de 14 años -está al frente de Mañanísima por Ciudad Magazine todos los días a las 10- y brilla en la pantalla de Eltrece como parte del jurado de Los 8 escalones del millón, con la conducción de Guido Kaczka. En lo personal, sin embargo, la pasó muy duro en los últimos años y logró ponerse de pie después de una seguidilla de tragedias: la muerte de su madre Ana Caputo y de su ex, Santiago Bal; el cáncer de colon de su hijo Federico y finalmente el tránsito del coronavirus, que la tuvo 22 días en terapia intensiva.
“Más que grave, estuve en estado crítico, que es peor. De diez personas que pasan por lo que yo pasé, se salvan una o dos nomás. Estuve en ese pequeño porcentaje y ahora creo profundamente en los milagros”, reconoce Carmen, quien tuvo un mano a mano con la muerte mientras estaba internada. Dispuesta a hablar de todo, la artista se abrió a una charla íntima con Pronto para la portada de la edición de noviembre (se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click aquí).
En la entrevista, Carmen respondió todo, incluso la pregunta de si había visto el famoso túnel con la luz blanca cuando pasó tantos días en estado crítico, internada por coronavirus. "No, yo no vi ningún túnel pero sí estuve en una habitación plateada, llena de luz y una mujer japonesa me atendía y me decía que era mi nueva vida. Era cuando estaba gravísima. Ahora una amiga me mostró por YouTube una guía espiritual que es una japonesa, como si fuese una santa de estampita que no recuerdo el nombre porque es muy difícil, pero tiene la misma cara que yo veía cuando estaba en coma. Si bien yo nunca antes había visto una foto de la guía espiritual japonesa, tenía a esa mujer que me decía que tenía que amigarme con ella. Sentía que era la muerte y yo no me quería morir para no darle otro disgusto más a mi hijo", reveló la conductora de Mañanísima.
¿Si pensaba en Fede en ese estado? "Claro -reconoce Carmen-. Se le había muerto la abuela, el padre, había tenido cáncer y si a eso se le sumaba la muerte de su mamá, me parecía que ya era mucho para él tan de golpe. Es fuerte lo que te cuento pero es lo que me ha pasado". Jura que no es una mujer miedosa y que no le teme a su muerte. "Le tengo mucho miedo a la muerte de mis seres queridos porque no soporto el abandono. Siento que cuando se van me están abandonando y eso me genera un dolor en el pecho que me corta la respiración. Mi hijo me dice: ´Tenés que amigarte con la muerte, mamá, porque es parte de la vida´. Pero yo no puedo tolerar el abandono y cuando muere alguien que quiero, siento que el abandono me parte el corazón por no verlo más", sentenció la capocómica.
Antes de cerrar la nota, agradeció. "Estoy feliz de seguir vigente y que me hagas esta nota. Que la gente me reconozca en la calle y me diga cosas lindas me pone muy contenta. No soy una estrella, soy una figura popular, me debo al pueblo y el pueblo me quiere. Yo les agradezco tanto que hayan rezado por mí cuando estuve tan mal. O de repente una crítica que me diga que tal cosa no la hago bien también me suma y me hace entender que están atentos y que me ven. Escucho siempre lo que me dicen porque escucho para mejorar. Y no paro de agradecer que me quieran tanto", concluyó la artista.