Con el fin de La Academia, aún siguen adelante los análisis vinculados a lo que fue la gran final. En este punto, una de las palabras autorizadas, por lo que representa artísticamente, pero también porque ha sido parte, es Carmen Barbieri. La capocómica fue muy crítica y manifestó que faltó nivel.
A la hora de comparar, no dudó en hacerlo con la competencia ganada por su hijo, Fede Bal y Laurita Fernández, en 2015 y el desempeño que tuvieron en ediciones posteriores, llegando a instancias finales. “No es para criticar, pero me parece que este año a ninguno de los participantes de La Academia se lo vio con la fuerza de Laurita. Lo que hacían con Fede Bal era espectacular, los dos brillaban”.
Luego, mientras hablaba de Fernández en Mañanísima, programa que conduce, se refirió a cuestiones sentimentales de la bailarina. Separada una vez más de Nicolás Cabré, remarcó: “Ella tiene que salir con un productor millonario, y al que ella ame, que le ponga todo porque se lo merece, porque el talento está”.
Inmediatamente, remarcó una cualidad física de Laurita y no pudo evitar traer al presente algo que seguramente, a Sofía Aldrey, pareja de Fede, no le habrá caído muy bien. "¿Viste lo que es esa sonrisa? Mi hijo se tatuó esa boca. Yo pensé que era mía, pero es de ella”.
Carmen hizo alusión al dibujo que se hizo Bal en 2016, en plena romance con Laurita. En esa época, no lo dudó, se llevó un beso de ella y le pidió a su tatuador de confianza que se lo estampara en la zona de las costillas. Sobre esto, Barbieri sostuvo que Sofía sabe la historia y que no le molesta.
Más allá de todo esto, la artista sacó a la luz uno de los secretos mejor guardados de su hijo. En su momento, cuando se lo hizo, y más allá de la obviedad, tiró la pelota afuera. Ante la consulta, remarcó: “Me lo hice porque es lo primero que le miro a una mujer”.