Ricky Montaner y Stefi Roitman decidieron dar un paso más en su relación y van a casarse. La fecha de la boda se fijó para el 8 de enero en Buenos Aires. La pareja ya repartió las invitaciones y como no podía ser de otro modo, recibieron toda clase de críticas.
Una de las primeras cosas que se abrió a debate en las redes fue lo 'antiguo' del modelo que eligieron para las mismas: un tarjetón blanco con letras negras en la que los padres de ambos invitaban a la boda de sus hijos. Para los usuarios de las redes, fue 'demasiado formal' para el estilo relajado de ambos.
Pero hubo otro detalle que fue aún más polémico. En LAM leyeron la tarjeta en la que no había más datos que la fecha y la hora del enlace. "El lugar es secreto. A medida que los invitados van confirmando, se les dice dónde será el casamiento", contó Pía Shaw.
Al parecer, la pareja no quiere que haya infiltrados y mucho menos, un pelotón de periodistas en las inmediaciones del encuentro. En las redes, este detalle fue muy cuestionado: 'quiénes soooon', decían. Otros, en cambio, sospechaban de que tanto misterio no tendría más que fines económicos: "Habrán vendido la exclusiva", ponían.
Lo cierto es que por ahora, Stefi y Ricky sólo dejaron saber que el 8 de enero a las 16 horas dejarán de ser novios para transformarse en marido y mujer.