El mal trago por fin quedó atrás y Flavio Mendoza puede decir que logró ganar su batalla contra el COVID. El coreógrafo pasó varios días internado, recibiendo oxígeno mientras en su cabeza se cruzaban los pensamientos más duros. "Mi mayor miedo era Dio, que estaba solo. Le pedía todo el tiempo a mi mamá que me ayude porque tenía que volver a casa por él", contó en LAM.
El coreógrafo dijo haberla pasado bastante mal hasta que un día, ocurrió algo inesperado. "Yo había perdido el gusto y el olfato pero un día, mientras estaba internado con la mascarilla, casi como adormecido, sentí el olor de mi mamá. Lo juro, pude sentir que estaba ahí. Realmente fue un alivio para mi".
Si bien aclaró que no está en condiciones de asegurar que haya sido un sueño o algo vívido, está convencido de que fue una señal que su mamá le mandó para hacerle saber que todo estaría bien. Ahora, ruega por la salud de su tío que también está internado y en estado muy delicado.