REVELACIÓN TOTAL

Celeste Muriega: "Diego Maradona quería ser el padrino de mi boda y de mi primer hijo"

La bailarina brindó una entrevista a Pronto donde por primera vez habló de su vínculo con Maradona,a quien conoció cuando estaba en pareja con Alejo Clérici, ex asistente del Diez. Sus días en Dubai, su relación con Rocío Oliva y el profundo deseo de Maradona de llevarla al altar.

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La muerte de Diego Armando Maradona, ocurrida el pasado 25 de noviembre, impactó fuerte a nivel mundial por lo que representaba el astro para el mundo del deporte y afectó también a quienes lo conocían de cerca. Celeste Muriega fue pareja de Alejo Clérici, ex asistente de Maradona durante los años que el Diez vivió en Emiratos Arabes, Y si bien compartió muchas situaciones íntimas con el ídolo mundial, la bailarina jamás salió a hablar públicamente de Diego en los medios. Cada vez que en alguna entrevista se le consultaba por Maradona, Muriega esquivaba con astucia las preguntas y con soltura cambiaba de tema sin dar mayores detalles. A cuatro meses de la muerte del ex futbolista, Celeste brindó una nota a Pronto en la que por primera vez habló sobre su relación con el ex futbolista nacido en Villa Fiorito.

-Conociste a Maradona por tu ex, Clérici. ¿Cómo te afectó su muerte?

-Lo lamenté un montón porque imaginate que sin conocerme, él me abrió las puertas de su casa. Se ocupó de mis viajes a Dubai, de cómo podía hacer para ir hasta allá, de que viajara en primera y un montón de cosas que no tenía por qué preocuparse. Alejo me hizo parte de ese círculo y justo pasó esto cuando yo estaba separada de él. Igual no pude dejar de escribirle y de estar en un momento tan difícil. Si yo estaba mal, no me podía imaginar cómo estaría Alejo después de haber compartido tantos años y habiendo sido casi hermanos. No dudé en escribirle y de prestarle un oído para lo que él necesite.

-¿Cómo tomaste la noticia?

-Me afectó como a todos porque la noticia fue horrible, muy dura y nadie está preparado para que se vaya una persona así. Es un ídolo y en mi caso fue una gran persona. No lo veía tanto como un ídolo sino como el Diego Maradona persona con la que conviví en La Palmera, Dubai y que se abrió conmigo para contarme mil cosas. O compartir un entrenamiento, un evento, una comida, hacerme chistes y apostar fuerte a mi relación.

-¿No los celaba?

-No, nunca. El nos quería ver bien con Alejo y hasta nos dijo que quería ser el padrino de nuestra boda o del bebé que podía llegar a venir. Diego apostaba mucho a nuestra relación y quería ser el padrino de todo: de la boda y el bebé. Es más, le insistía mucho a Alejo pero el que no quería casarse o ser padre era mi ex.

-¿Te quedó algo de Maradona que atesores?

-Muchos recuerdos. Imaginate lo poco cholula que soy que nunca me saqué una foto con Diego. Compartí mil cosas con él y jamás le pedí una foto. Era una forma de demostrarle que me interesaba él como persona y no como el crack que era. Me quedo con todos los recuerdos lindos, chistes, anécdotas y cada vez que yo decía algo que le causaba gracia, él hacía como que se iba del lugar. Una vez, en una cena me mandé una burrada en un restaurante muy conocido y casi abandona la mesa de verdad. A mí me decía “la Muriaga” porque no le salía Muriega y quedó así. ¡Nunca se aprendió bien mi apellido!

-¿Salir con él en Dubai era llamativo para el resto?

-Sí, todo el mundo lo miraba y los jeques árabes le regalaban de todo todo el tiempo y él no se lo aceptaba. Le querían pagar la comida y él se negaba porque no quería que nadie le pagara la comida. Lo mismo con los relojes y las cadenas que le obsequiaban y que valían como una casa. Pero Diego rechazaba todo, no quería regalos de nadie. Imaginate que yo pasé de Haedo a Dubai sin escalas y no entendía nada. Son experiencias que me quedan grabadas eternamente.

-¿Cómo ves todas las disputas que se suscitaron tras su muerte?

-Lo miro desde afuera porque, además, no conozco tanto esa parte de su vida. Ojalá todos hubieran vivido la etapa que me tocó a mí con él, que fue hermosa. Diego estaba con el entrenador Claudio Borges, que vivía pendiente constantemente para ponerlo en forma. Estaba su masajista y un grupo sano de gente que armó Alejo. Maradona directamente no bebía alcohol y no tocaba ni una copa de vino. Comía sano y todos los días a la misma hora entrenábamos con música de Los Palmeras de fondo. Cuando bajaba el sol se ponía a jugar a la pelota con Rocío y después nos quedábamos mirando el mar, donde pasaban siempre los mismos barcos pesqueros. Contaba anécdotas y a la noche mirábamos películas todos juntos, armábamos la cena y esa era la vida en Dubai.

-¿Con Rocío Oliva entonces sí compartiste momentos?

-Sí. Yo la acompañaba cuando iba al shopping o tenía que cortarse el pelo o comprar algo puntual. Íbamos juntas y una vez la acompañé a la cancha porque ella jugaba a la pelota en un equipo de fútbol femenino y nosotros fuimos a alentarla en la tribuna. Salíamos a comer por lo general los cuatro y si bien ahora no tengo relación con ella, tengo la mejor y si me la cruzo la saludo buena onda. Simplemente no seguimos frecuentándonos y está todo bien, al igual que con Vero Ojeda, con quien compartí mil cosas acá en Buenos Aires.